Hace poco se estrenó en Netflix la quinta temporada de Cobra Kai (la exitosa secuela de la franquicia de Karate Kid), que modernizó la clásica saga de los años 80 a nuestros tiempos.
Cobra Kai surge tras los eventos ocurridos en las películas de Karate Kid, 30 años después. Varios de los personajes han crecido, y muchos han dejado de lado el karate. Mientras que Danny LaRusso (Ralph Macchio), el ‘karate kid’ original ha avanzado sin mayores problemas en su vida, su rival Johnny (William Zabka) no ha corrido con la misma suerte. Frustrado por su falta de éxito, decide abrir un dojo (centro de artes marciales) para poder encontrar fama y gloria en el karate de nuevo, enseñando, además, a las nuevas generaciones sobre este deporte. Lo que no esperaba Johnny es que con este movimiento reviviría también su rivalidad con Daniel.
Cobra Kai cumple con el difícil propósito de entregar una nueva entrada a una franquicia que yacía aparentemente muerta. Con más de 30 años de distancia entre las cintas y la serie, habría sido muy probable que esta no llegase a destilar la magia de la franquicia original. O, peor aún, estaría tan aferrada a la nostalgia que se vería imposibilitada de generar un atractivo para audiencias fuera de fanáticos acérrimos. Sin embargo, lo más inteligente que hizo la producción fue ambientar la secuela trayendo a viejos personajes de vuelta (con los mismos actores repitiendo sus papeles), a la vez que introdujeron nuevos personajes y tramas para audiencias modernas. Así, han respetado el legado de las películas originales y, a su vez, han actualizado la historia para nuestros tiempos. La trama de Daniel es igual de importante que las de los nuevos alumnos.
La quinta temporada sigue con la misma energía que la serie prometió desde el inicio, retratando un mundo en el que los elementos fantasiosos de la saga ochentera viven en total armonía con el mundo moderno de hoy. Acción y carisma de los personajes principales es lo que atrae a las audiencias para cada temporada. Aún así, la serie no es solo chistes. Cuando hay tramas serias, se las retrata con el debido tiempo y respeto.
Entretenida y energizante. Ver esta serie hará que te entre nostalgia para lavar autos a la antigua. Wax on, wax off.