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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

La formalización requiere flexibilidad laboral. Y el seguro de desempleo es una buena herramienta en esa dirección.

Estoy de acuerdo que cualquier iniciativa que no sea políticamente viable no sirve y una reforma hacia la flexibilización laboral no debería basarse en una reducción de los beneficios para el trabajador sino focalizarse en hacer más flexible la relación laboral. Así, la iniciativa planteada por PPK de establecer un seguro de desempleo debiera sustituir la rigidez laboral que genera el costo de despido antes que constituir un sustituto de la CTS.

Y es que una empresa que enfrenta una mayor demanda sabe que el ciclo expansivo que enfrenta se revertirá. Lo que no sabe es cuándo ni de qué magnitud será el ajuste. Es esa incertidumbre la que debe ser suavizada y no amplificada por la política laboral. Toda formalización debe defender la voluntad de las empresas por crecer, ampliar sus planillas y hacerse con ello más productivas.

Disminuir el costo para el empleador debe subordinarse a la urgencia de hacer más predecible y contracíclica la normativa laboral. Uno sabe si puede pagar a un trabajador al contratarlo, pero no si lo podrá mantener cuando el ciclo se revierta. Y no hay costo más alto que el que no se conoce. Conclusión, se frena el contrato formal.

Queda claro que la viabilidad financiera de toda iniciativa debe evaluarse detalladamente y ser contrastada con las compañías privadas (problemas como el incremento en la rotación, por ejemplo, deben ser dimensionados y evitados).

Una formalización viable pasa por hacer a las empresas más productivas y capaces de absorber los costos de la formalidad, y no tanto centrarse en reducir los beneficios de la formalidad. Hay abundante evidencia empírica sobre la relación entre formalidad y tamaño empresarial. Así, con una estructura empresarial basada en mipymes, el Perú solo podrá formalizarse si permite a sus empresas perderle el miedo a crecer.