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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Las elecciones plantean una interesante disyuntiva en lo que respecta al futuro económico del Perú para el próximo quinquenio. Si bien existe consenso sobre la priorización de la inclusión (acceso universal a educación, salud y seguridad) como factor indispensable para el desarrollo, en lo económico sí existen discrepancias. Los 5 candidatos que lideran las encuestas pueden dividirse en dos grupos. Aquellos que buscan consolidar la apertura y la inversión privada como pilares del crecimiento y quienes apelan a una mayor intervención estatal y un cierto ninguneo a la empresa privada (y a la inversión que esta origina), como visión de desarrollo. Dejo a criterio del lector dónde ubicar a cada candidato.

Quienes proponen más Estado, menos empresa privada y también reactivar la economía son innegablemente inconsistentes. Y es que, en un contexto de bajos ingresos por concepto de materias primas, no es factible financiar grandes ambiciones estatales. Y un rápido repaso por las expectativas para la región es clara prueba de ello.

La región, al igual que las propuestas de los candidatos, puede dividirse en dos: aquellos países con apuesta por la apertura y la inversión privada (agrupados en la Alianza del Pacífico) frente a aquellos enfrascados en hacer del Estado la principal fuente de crecimiento. Y las expectativas para ambos grupos son elocuentes. Perú, Colombia, Chile y México crecerán, en promedio, aproximadamente 4% en el próximo quinquenio, mientras que Brasil, Ecuador y Venezuela no llegarían a 1.5% en ese periodo. Se excluye a Bolivia y Argentina. El pequeño tamaño de la economía boliviana no la hace comparable (debería crecer mucho más que 4% para compararse). Y Argentina experimenta un claro viraje de timón, lo que la haría estar más cerca de la Alianza del Pacífico que del Mercosur. Este cambio le permitirá multiplicar por seis su crecimiento y pasar de decrecer en 0.7% en el 2016 a expandirse en 3.6% en el 2017. No hay pues magia ni crecimiento gratis. Por ello, a la hora de votar, habrá que preguntarse: ¿en qué grupo queremos estar?