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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Apropósito del Día de la Madre, aprovecho para llamar la atención sobre una inequidad en nuestra vida cotidiana. De acuerdo con la encuesta de uso del tiempo aplicada en Perú en el 2010, si usted es hombre dedica 15.5 horas a la semana en promedio a tareas domésticas no remuneradas. De esas 15.5 horas, 5.5 horas son para tareas asociadas al cuidado de los niños. Las mujeres dedicamos en promedio 39.3 horas semanales a tareas domésticas no remuneradas y de esas, 12.1 horas al cuidado de los niños. En el mercado laboral la cosa es distinta. Las mujeres trabajamos en promedio menos horas que los hombres.

Pero en el agregado la cosa cambia de nuevo. Las mujeres trabajamos 36.3 horas semanales en actividades remuneradas, que sumadas a las 39.3 de trabajo doméstico dan un total de 75.6 horas trabajadas a la semana. Los hombres que trabajan más horas en actividades remuneradas (50.4 horas a la semana) pero menos horas en las actividades no remuneradas, hacen un total de 65.9 horas trabajadas a la semana. Así los hombres tienen cada semana casi 10 horas más que las mujeres para hacer lo que quieran. Mientras esperamos mejoras en la equidad laboral, como en las remuneraciones (las mujeres ganan menos que los hombres) o en el acceso de las mujeres a puestos directivos, podríamos ir avanzando en mejorar la equidad en las tareas domésticas, como bien propone Hugo Ñopo en un video circulado en redes sociales esta semana.

Si usted es hombre, podría complementar lo que regaló ayer por el Día de la Madre con un compromiso firme de asumir unas cuantas horas de trabajo doméstico en su casa. Si es mujer, podría cederles permanentemente alguna tarea a los caballeros de su casa. Con ello, además de equilibrar las cosas, les daríamos un buen ejemplo a los niños de nuestra familia. Avanzaríamos, desde el centro de nuestra cotidianidad hacia una sociedad más equitativa. La tarea comienza por casa.

(trivelli@iep.org.pe)