PUBLICIDAD
Cambio de rumbo
Imagen
Fecha Actualización
La economía peruana sufrirá una de las peores crisis de su historia, con una caída esperada del PBI no menor a 12%, una pérdida enorme de empleo y un incremento de la pobreza a niveles de hace diez años. ¿Cómo revertimos esta situación? La receta es simple, pero requiere un consenso político: promover la inversión privada, eliminar las rigideces en el mercado laboral e incrementar el gasto público en infraestructura. No estamos haciendo nada de esto, por el contrario, las medidas populistas del Congreso y la falta de convicción por parte del Gobierno sobre la necesidad de modificar lo que no funciona, están generando mucha incertidumbre y un clima de desconfianza. Encima estamos iniciando un proceso electoral en un contexto político caldeado y en plena pandemia.
Urge que el Ejecutivo, el Congreso y el sector privado se pongan de acuerdo en un conjunto de acciones que permitan retomar la senda de crecimiento lo más rápido posible. Se tiene que empezar por reconocer que la tan ansiada recuperación requiere consensos y cambios de política. Para lograr un mayor crecimiento no bastan los buenos deseos, ni anuncios que sabemos no se van a hacer realidad.
Solo con mayor producción se incrementa el bienestar. Para ello, es indispensable aumentar la inversión, tanto la pública como la privada, que en los últimos años han crecido más lentamente. Las políticas públicas inciden de manera relevante en ambas. Otros elementos esenciales para fomentar la inversión privada son: reducir la incertidumbre respetando el estado de derecho, el cumplimiento de las leyes, y la estabilidad del ordenamiento legal, lo que no viene ocurriendo. Aquí es clave el rol del Congreso.
Se ha perdido millones de empleos formales e informales por la pandemia, solo los empleados que trabajan para el Estado han estado protegidos. Recuperar estos empleos será muy difícil teniendo al virus encima y manteniendo las rigideces de nuestras normas laborales con respecto a la contratación y cese de empleados. La flexibilización del mercado laboral se vuelve mucho más relevante en estos tiempos. No podemos tener un marco laboral que supone pleno empleo en una economía con alto desempleo y subempleo.
Necesitamos cambiar de rumbo para acelerar la inversión pública en infraestructura, para liberalizar el mercado laborar para generar más empleo formal y para generar un clima de confianza que promueva la inversión privada. No hacerlo puede implicar perder una década de progreso en vez de dos años.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD