Buenos policías contra el crimen

“De nada sirven leyes nuevas o construcción de penales si no se comienza luchando contra la corrupción que atraviesa todos los niveles”.
Los asaltantes, al ser sorprendidos, comenzaron a disparar a los policías y trataron de salir del recinto comercial. En el intento, uno de los vehículos chocó contra una escalera. (César Campos/Perú21)

La delincuencia nos ha tocado a todos, sea directa o indirectamente. El temor se apresa de nosotros al saber de algún atraco o crimen. Peor si los hechos ocurren en una zona que frecuentamos o la asociamos más bien a momentos gratos.

Ayer, delincuentes fuertemente armados osaron entrar al Centro Comercial Jockey Plaza, en Surco, a plena luz del día, robaron una joyería de lujo y en su fuga desataron una balacera que causó alarma y zozobra.

¿Qué hacemos? ¿Dejamos de salir y nos encerramos bajo siete llaves? ¿Guardamos a nuestros hijos y nos olvidamos de salidas al cine o restaurantes? Es imposible. No podemos ceder ante el horror que nos infunde la delincuencia. Solo nos queda ser precavidos, pero también plantarnos ante las autoridades y exigir una acción conjunta.

De nada sirven leyes nuevas o construcción de penales si no se comienza luchando contra la corrupción que atraviesa todos los niveles que tienen que ver con la administración de justicia y la lucha contra la delincuencia.

Tampoco basta una visión únicamente represiva, pero no se hace un diagnóstico del problema que subyace al crecimiento de la delincuencia y se aborda con un enfoque multidisciplinario.En medio de este panorama, es saludable ver los esfuerzos de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional que nos relata hoy el general Juan Carlos Sotil, quien también advierte el peligroso y pernicioso vínculo entre corrupción y criminalidad. Hay que romper esta cadena.

No se explica de otro modo la impunidad con la que actúa la delincuencia incluso desde las propias prisiones. Las extorsiones, de las que nos cuenta con detalle el general Sotil, han terminado por convertir los penales del país en centros donde se planifica cómo amedrentar y atemorizar a la ciudadanía.
Recursos presupuestales y selección y formación adecuada para nuestra policía y agentes penitenciarios también son fundamentales. El reclamo por laboratorios científicos de criminalística en nuestras regiones parece increíble mientras vemos el nivel de tecnología que la policía maneja en otros países.

La lucha contra la inseguridad ciudadana tomará su tiempo, pero mientras tanto agradecemos los esfuerzos de los buenos policías, aquellos que toman en serio eso de que el honor es su divisa, y que están al servicio de la patria y la ley.

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