Áreas protegidas: Nuestro activo turístico natural

En Perú nos sentimos orgullosos de que el mundo nos vea como país turístico. Un destino bucket list que debe visitarse al menos una vez en la vida. ¿Qué nos hace tan atractivos? La respuesta parece obvia: nuestro patrimonio cultural, arqueológico y gastronómico. Si bien estos son poderosos “imanes”, existe un cuarto gran “imán”. Nuestras Áreas Naturales Protegidas, auténticos tesoros de biodiversidad, como las Reservas Nacionales de Islas Ballestas, Paracas, Titicaca, Pacaya Samiria y Tambopata; o los Parques Nacionales Huascarán y Manu.

Quizás piensen que el turismo de naturaleza es un segmento pequeño. Ahí les va el dato: en 2018 nos visitaron 4.4 millones de extranjeros (Mincetur). Resulta que 908,000 acudieron a algún Área Natural Protegida (Sernanp); es decir, 1 de cada 4 turistas. ¡El potencial es tremendo!

Por ello, la reciente firma del acuerdo Patrimonio Natural del Perú (PdP) es una excelente noticia. Esta asociación de actores públicos y privados, liderada por el Gobierno (a través de Sernanp, Minam y Profonanpe), contribuirá con US$140 millones durante la próxima década. Jamás se había manejado un monto similar para proteger los bosques y fortalecer su gestión.

Esto es clave, porque muchos son vulnerables a causa del narcotráfico, la minería informal y la tala ilegal, que amenazan la sostenibilidad y traen inseguridad. Mejorar esos aspectos es relevante para 330,000 peruanos que dependen de los bosques para su sustento y, claro, para los turistas.Donantes internacionales como WWF, Fundación Moore y Andes Amazon Fund garantizan seriedad y transparencia. Sin embargo, nos toca a todos tomar conciencia y cuidar nuestro invaluable patrimonio natural para que siga maravillando a las futuras generaciones.