Apoteosis caviar… ¡Hasta una Mohme de ministra!

“Aunque muchos sirvieron a Fujimori, la caviarada entró fuerte al Estado con Paniagua, Toledo los cobijó, García les coqueteó, Humala les metió más, PPK se les alió y Vizcarra les jugó en pared”
El presidente Francisco Sagasti tomó juramento a los integrantes de su Gabinete, liderado por Violeta Bermúdez (Foto: Palacio de Gobierno)

Mi vecinito debe haber tenido un orgasmo con este nuevo gabinete, que es lo más caviar posible. “Gabinete plural”, prometió Sagasti, ¡Solo faltó García Sayán de premier! ¡La captura total del Estado por la caviarada! ¡La PUCP de fiesta! Más leyes “progres”, más caviares aún en puestos públicos y más festín de consultorías. ¡Cultura, Inclusión y Mujer van a repartir plata a chorros!

Aunque muchos sirvieron a Fujimori, la caviarada entró fuerte al Estado con Paniagua (por eso le endiosan). Toledo les cobijó, García les coqueteó (les dio el LUM. Y Del Castillo era entonces muy amigo de ellos), Humala les metió más, PPK se les alió y Vizcarra les jugó en pared.

Hoy, con la complicidad de los medios y por esas santificadas marchas, ya se adueñaron de Palacio con Sagasti, esa versión masculina de Susana Villarán. La premier es una caviaraza, casada con un constitucionalista rojimio (ojo al Estudio Echecopar en este gobierno). Y entre tantos ministros caviares y oenegeros, destaca Ricardo Cuenca por ultra-hiper-maxi-archi caviar, un oenegero del IEP, la encuestadora de La República. ¡Tienen tanto descaro que han puesto a la sobrina de Mohme de ministra de Comercio!

¡Y los otros son tan fáciles por simplones! Para tenerles en el bolsillo, basta buena pinta; entonación lenta, lánguida y grave; mensaje conciliador y de postre recitar a Vallejo (perfecto por sentimentalón. Además, los peruanos casi no conocen casi al resto de sus poetas. ¡Felizmente Sagasti no repitió el manoseado “Hay, hermanos, muchísimo que hacer”!).

Súmesele la adulonería mediática y los miedos a otro peor y a la calle para que Sagasti ya sea una estrella.

El más perjudicado con esta inicial “sagastimanía” ha sido Vizcarra. ¡Dos soles nunca brillan juntos! Con Sagasti, Vizcarra pasó a ser mortal.

Y los mortales sí pueden ir presos, entre odios revanchistas e indiferencia.

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