Aldo Mariátegui: Un mito nada esterilizado

-Es absolutamente ridícula la nueva exigencia de 600 mil firmas para constituir un nuevo partido político, una típica jugada proteccionista desde el Congreso de los actuales partidos inscritos para bloquear la competencia y "encarecer" sus marcas. Mucho más cuerdo sería adoptar el modelo chileno, donde el límite es mucho más bajo (alrededor de 40 mil firmas), pero TODAS registradas notarialmente. Así se acaban firmas falsificadas o compradas y ya se tiene un responsable directo, que lo último que quiere es que ocurra un chanchullo que le deshaga profesionalmente: el notario.

-Uno de los más perversos, peor rebatidos y efectivos mitos políticos ha sido aquel de "las 300 mil esterilizaciones forzadas". ¿Acaso existen 300 mil reclamantes? No, la inmensa mayoría quedó satisfecha. No, la inmensa mayoría se ligó voluntariamente. Y no, el universo de probadas lesionadas es muy pequeño (solo 150, ¡mucho menos del 0.01%) y de temática discutible (la muerta emblemática fue por un mal trabajo en el posoperatorio, no por la ligadura; es científicamente imposible que las esterilizaciones hayan producido cánceres o todas esas secuelas que tan ligeramente se alegan; las esterilizaciones constituyeron solo el 12% de todo un voluntario programa integral de control natal que administró mayoritariamente espirales, inyecciones, píldora y condones; al programa lo satanizaron primero los cucufatos; mucha ahora silente ONG feminista de izquierda anduvo metida; poquísimas se hicieron en las malévolamente llamadas "ferias" (o atenciones ambulatorias). Y lo más curioso es que, al parecer, 26 de esos 150 casos de lesionadas ocurrieron bajo el régimen de Toledo, al que los rojicaviares nunca le reclaman por esto. Todo es una demagogia monumental.