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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Una de las cosas que más me da risa de nuestro país es lo tremendamente "sudaca" que puede ser. Observar a una mujer, hace rato adulta, como Nadine desgañitándose y victimizándose ("como mujer y madre") cual una adolescente Magdalena –rodeada encima de 18 cariacontecidos áulicos– por una antigua pregunta indiscreta y a Marisol respondiendo que "no ha mancillado su honor" es de película hindú, con Patty y Nadine después jalándose los pelos por Twitter, la tía sanisidrina RMP lanzando sus usuales arcaicas sentencias de señorona limeña de los años 50 y, como postre, a Lúcar acusando a Alan de chismoso, dándole así la portada ayer a los medios oficialistas D1 y D16. ¡Jua,jua,jua! ¡Ni Corín Tellado borracha escribía una huachafada igual! Solo falta que el caballero Ollanta rete a duelo a Arosemena, que el vengador Abugattás le meta un cabezazo al villano Alan o que una mancillada Nadine intente suicidarse con pastillas para que todo este culebrón sea sublime.

No pensaba dedicarle una sola línea a este patético esperpento (DRAE: Dícese del género literario que se caracteriza por la presentación de una realidad deformada y grotesca y la degradación de los valores consagrados a una situación ridícula), pero retrata tanto la huachafería más profunda del alma nacional que me fue ineludible. Además, parece obvio que este astuto libreto lo escribió Favre, no Corín Tellado. Gracias a esta estrategia de Favre, Nadine se salió con la suya: evadió el fondo del asunto y quedó, encima, como la víctima niña vejada del culebrón. Confieso que la admiro: esta aspirante chiquilla llegó al poder trepada sobre su decorativo esposo para gobernarnos solo ella y hacer todo lo que le ha dado la gana, sin llegar aún a los 40 años.