Aldo Mariátegui: De cuentos y recuentos

En estos días me llaman algunos amigos y más o menos todos me formulan la misma pregunta o comentario: "¿Oye, por qué hace poco José Abelardo Guich, de la sección Luces de El Comercio, no mencionó al Octavo ensayo en su amplio recuento anual de ensayos, estudios y crítica del periódico, si presentaba un tema interesante, rompió el récord anterior de más ventas en la última feria Ricardo Palma y, además, ya está por salir su tercera edición a un mes de lanzado, dado que en un simple inventario anual como ese, que no era crítica, sí importa la taquilla?

Respuesta: Porque no pertenezco al "establishment" caviar, a la argollita de los "políticamente correctos" que se alaban y resaltan entre ellos. Tampoco un libro dedicado a demoler a la izquierda les va a gustar a estos y menos van a tener los pantalones de reseñarlo o inventariarlo, y ganarse roches entre sus amigos. O de criticarlo y que yo les conteste y entren a una polémica de la que pueden salir magullados. A lo más, alguna insustancial o anónima burla perdida por la web. El limeño y poco arriesgado silencio es mejor. El único que lo reseñó inicialmente, y que lo realizó tan bien que me hizo gratamente perfeccionar las siguientes ediciones por su minuciosidad académica, fue Yrigoyen, como ayer lo hizo J.M. Silva en EC. Sospecho que con Guich algo tendría que ver que yo haya decidido prescindir años atrás de una columna pagada suya en Correo por recortes presupuestarios.

Y ojo que este tampoco puso a "Genaro", de Hugo Coya, el segundo hit en la feria.

Lo mejor de todo este tipo de cosas es que así me dan más munición para desenmascarar a la izquierda.