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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Imagínense cuál sería ahora la actitud de La República, los Mirkos, los Carlines, esos fascistas marchistas callejeros (coincido con Levitsky: son fascistas antidemócratas porque piden excluir rivales), Nadine, la izquierda y demás yerbas malas si una hipotética puntera Verónika Mendoza ocupase el mismo lugar actual de Keiko ante los órganos electorales y el principal sustentador de la impugnación fuese un político impresentable como Heriberto Benítez, acusado de estar vinculado a la red Orellana, no desaforado del Congreso por ese caso por un vergonzoso blindaje oficialista y se va a comer cebiche con el nadinista Víctor Isla apenas salido del jurado.

¿Estas yerbas malas no aplaudirían las fundamentadas explicaciones de los imparciales expertos Dieter Columbus y José Villalobos sobre que el JEE no podría descalificar a la Mendoza (Keiko) por carecerse de un hecho central 100% comprobado: la "prueba indubitable e idónea" sobre si el dinero se entregó por encargo o mandato del candidato, además de que ambos han explicado –hasta el cansancio– que el caso Acuña no es igual y, más bien, sentó esa jurisprudencia para resolver este caso? ¿Gemirían "fraude" ahora si el JEE hubiera exculpado a Mendoza? ¿Les parecería de justicia democrática descalificar a esa puntera Mendoza (Keiko) a dos semanas de las elecciones?

Sigamos… ¿No estarían La República, los fascistas callejeros y todos esos chillando para que Keiko (o Alan o PPK) se hagan una prueba grafotécnica si hasta cuatros peritos sospechasen de su letra en un documento comprometedor? ¿El "actor" comunista Gustavo Bueno hubiera reaccionado así de indignado si su colega Karina Calmet le hubiera dicho "bruta" y "babosa" a Keiko en lugar de Mendoza?