Foto: Nancy Dueñas.
Foto: Nancy Dueñas.

Redacción PERÚ21

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Con actitud, el politólogo Alberto Vergara analiza las opciones electorales y los temas en los que debe enfocarse el próximo mandatario del Perú.

¿Cómo califica las opciones electorales presidenciales que hoy tenemos?Pienso que no hay opciones. En este momento tenemos un elenco que solo ofrece un producto que es más de lo que ya hemos tenido, este combo de riqueza y subdesarrollo, y que no sabe cómo sacarnos de esta situación porque son ellos los que nos trajeron hasta aquí. En esa medida, son variaciones de lo mismo.

Y, por ello, al parecer, lo que diferencia a un candidato es la cantidad y gravedad de las denuncias en su contra. ¿Los candidatos están moralmente descalificados?No me gusta analizar las cosas desde el plano moral. Creo que (los candidatos) son políticamente ligeritos. No están a la altura de lo que el país requiere. En esta elección la gente votará desalentada. Tal vez el 8% del fujimorismo duro va a votar con esperanza, el resto irá resignado. Y me parece lamentable que la esfera pública no reaccione ante esto.

¿Hay mucho conformismo?Este es un país que carece de autoridad, que tiene un problema político institucional. En estos días escuché a un periodista celebrar que nadie pone en peligro el modelo económico. Pensar que eso es lo que importa para el país significa no ver el problema, realmente.

¿Quiénes son "la esfera pública" que debe reaccionar?Pues la gente que participa en los medios, la sociedad civil. Hay algunos que hacen esfuerzos, pero son insuficientes. Existe conformismo sobre lo que hay.

¿Qué problemas debe atacar el siguiente gobierno?Recuperar la autoridad democrática y hacer cumplir el Estado de derecho. Mira lo de Madre de Dios, en abierto desacato al gobierno. Hay una sensación de desgobierno. Bien por los que crean que pueden reactivar la economía, ¿pero el resto del país? ¿Qué más nos ofrecen? ¿Vamos a tener otro gobierno con 7 u 8 ministros del Interior? ¿Vamos a seguir dejando que se tale indiscriminadamente la selva? Esos son los temas.

¿Hay propuestas populistas de los candidatos?El tema de la seguridad es el ideal para el populismo porque la gente está desesperada y quiere que le solucionen el problema. Pero sacar a los militares a las calles no ha sido una solución en ningún sitio. Lo preocupante en el Perú es que a una propuesta tan abiertamente no democrática no se le rechace con más contundencia.

Me dijo que solo un porcentaje del fujimorismo votará convencido. ¿Cree que Keiko Fujimori ya está segura en segunda vuelta?Quedar fuera de una segunda vuelta es altamente improbable. Pero el voto duro que tiene ahora también lo tenía en la elección pasada y perdió.

¿Del segundo candidato hacia abajo, habrá muchos movimientos?Sin duda hay margen para que se muevan. Hay margen para que uno nuevo aparezca o para que alguien baje y otro capitalice la caída. La mitad del electorado está disgustado con lo que existe. Ese es el mejor indicador de que esto podría alterarse.

Y los candidatos que lideran tienen serias acusaciones.Sí, pues, todos son pésimos. No hay más.

Están los candidatos chicos.Pero no son conocidos. A Verónika Mendoza no la conoce nadie, tiene un partido pequeñito, no tiene recursos. ¿Cómo te haces conocido?

¿Aún cabe la posibilidad de un outsider?Sí, siempre. Susana Villarán no existía unos meses antes de la elección y ganó. Enrique Cornejo tenía 3% tres semanas antes de la elección y terminó en 18%. Siempre hay espacio porque tenemos un electorado que no está vinculado a partidos ni a instituciones ni a sus propios candidatos.

¿El electorado es volátil?Las demandas de la gente no son volátiles, son las mismas. Lo que pasa es que no pueden confiar en los políticos que hay. Entonces, en la medida que se han perdido los lazos entre los políticos y la ciudadanía, la gente puede pasar de un lado a otro de la misma manera que los políticos van de un partido a otro. Lo esotérico en el Perú es la lealtad.

Usted publicó un libro sobre la relación de los últimos 50 años del Estado peruano y sus regiones. ¿Cree que empoderarlas económicamente las ayudó a su desarrollo?Las regiones en el Perú no se han desarrollado por la descentralización sino a pesar de ella. Se han beneficiado de un buen momento económico pero en la lectura limeña de lo que sucede en las regiones, estas aparecen como territorios irresponsables, mal gobernados, lo cual en algunos casos es cierto, pero también es porque el Gobierno Central abandonó ese proceso. Las instituciones que peor funcionan en las regiones no son regionales, son del Gobierno Central.

¿El proceso de descentralización debe estar en la agenda del próximo presidente?Absolutamente. Este proceso debe ser repensado y reclama ser tomado con seriedad. Ahora está en situación de constante transición, porque las regiones debieron ser pasajeras. Los gobiernos regionales debieron durar 3 años y ahí siguen.

AUTOFICHA

■ "Presenté en la feria del libro Ricardo Palma mi obra La danza hostil: poderes subnacionales y Estado central en Bolivia y Perú, publicado por el IEP. Antes escribí los libros Ni amnésicos ni irracionales, La iniciación de la política y Ciudadanos sin república".

■ "Creo que es importante que haya una agenda sobre la reforma electoral. Eso es lo más positivo. Todavía no se ha logrado mucho en términos de la reforma en sí, pero se han dado pasos importantes en la vía de asumir que hay que hacer algo".

■ "Me parece ficticio, en un país donde no hay partidos, hacer democracia interna en ellos. Está bien que se haga, es mejor, pero no me parece que necesariamente sea un gran indicador de institucionalización partidaria. Las agrupaciones podrían existir mejor sin las primarias".

Por: Ricardo Monzón Kcomt (rmonzon@peru21.com)

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