Los equipos grandes no acostumbran a pelear el descenso. Le pasó a Cristal en 2007 y a Alianza en 2008, y hoy le pasa a Universitario. Lo más difícil de esta situación es aceptar la realidad. Hasta ahora, siguen pensando en un torneo internacional, pero esto, justamente, está muy lejos de la realidad.
Salvarse de la baja es el único objetivo. Hinchas, directivos, comando técnico y jugadores deben convencerse de esto. Para eso, se debe encarar cada partido con el pensamiento de un equipo chico, porque eso es lo que demanda la realidad este año.
Un ejemplo de esto es lo que C. Unidos mostró ayer en el Gallardo. Llegó tres veces y anotó dos goles. Defendió con los 11 jugadores, nunca buscó ser protagonista, no le dio vergüenza hacer tiempo ni reventarla, y mostraron mucha actitud. Resultado: venció a Cristal, líder del acumulado.
La ‘U’ y su DT siguen creyendo en salir a ganar en todas las canchas. Así, han hecho cuatro de 15 puntos en este arranque del Clausura. Han demostrado ser frágiles en defensa. Además, pretenden salir jugando desde atrás con centrales a los que les cuesta. Encima, no tienen recambios de jerarquía para hacerles frente a bajas como las de Corzo y Rodríguez (lesionados) y deben improvisar con jugadores que no sienten el puesto.
Juegan al golpe por golpe, y en ese camino, terminan perdiendo muchas más veces que las que ganan.
En Ate, deben partir por mantener el cero en arco propio. Así, y con inteligencia (Figuera, Manicero, Fernández y Vargas, todos experimentados, han visto roja este Clausura), podrán ir pensando en la posibilidad de salvarse. De la baja te salvas por un punto. Le quedan diez partidos a la ‘U’, pero si no entienden lo que debe cambiar, será muy complicado salvarse.