Acciones y consecuencias

Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Y es que, siguiendo las ocurrencias de la brutalidad chavista en Venezuela, no puedo dejar de recordar la penosa actuación de nuestro gobierno frente a los resultados electorales de abril pasado, y que hoy se traducen en la barbarie que observamos. Porque existe una relación causa-efecto entre una cosa y la otra, y tendríamos que ser muy cobardes para desconocer nuestra responsabilidad en lo que hoy, lamentablemente, presenciamos. Si no, recordemos.

El 14 de abril del año pasado, a la muerte del dictador Chávez, se realizaron las elecciones que llevarían a Maduro a la presidencia. En las mismas ocurrieron hechos inadmisibles, los mismos que llevaron a la oposición a exigir el recuento de los votos. La dictadura apostó a que sus aliados internacionales zanjarían la disputa, cosa que finalmente ocurrió… aquí, en Perú. El 19 de abril se reunieron en Lima, en una cumbre extraordinaria, los jefes de Estado de UNASUR. En dicha cumbre se legitimó la elección de Maduro. En otras palabras, acá se maquilló, peino y vistió a la dictadura que hoy dispara, sin asco, a los estudiantes venezolanos.

Así que los peruanos tenemos que ofrecer disculpas y responder por nuestros actos ante el pueblo llanero. Primero, por apadrinar aquella fraudulenta elección; segundo, por no encarar el uso antidemocrático y represivo del poder en Venezuela, proceder que ocurre como consecuencia de nuestra mediocre participación en abril pasado.

Por eso hoy, lo menos que debemos hacer es ponernos al frente de las exigencias que caben: el uso de la Carta Democrática, la convocatoria de nuestro embajador, o cualquier acción que signifique sentar una clara posición. Pidamos perdón, y no le corramos a las consecuencias que hemos generado con nuestras acciones.