Yandra Araujo es venezolana, mayor de 5 hermanos, profesional con estudios de cuarto nivel, madre de dos hijos y casada desde 1999; el mismo año que comenzó la revolución bolivariana con la llegada del presidente Hugo Chávez al poder. Su caso refleja el ascenso y declive del bienestar económico del venezolano en las últimas décadas.
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"Puedo afirmar que hace rato dejamos de ser 'clase media' porque sencillamente se extinguió y en mi país esa clase solo queda en el recuerdo", dice con tono de tristeza. La verdad, reflexiona, es que la Venezuela de oportunidades –esa en la que yo crecí– desapareció hace tiempo.
LA PESADILLA DE COMPRAREn estos últimos años, la constante en una gran mayoría de los hogares venezolanos ha sido salir de casa muy temprano para ver qué encuentras en el supermercado. La compra de productos regulados se rige por el último número de la cédula de identidad. Mi carné de identidad termina en 3. El martes intento salir antes de mi jornada laboral para apresurarme a ver qué me dejaron los que sí pudieron madrugar. En eso nos la pasamos, en una cacería constante.
Algo tan fácil de conseguir en cualquier país, en Venezuela se vuelve una pesadilla. Así sucede con el papel higiénico. Ya no recuerdo cuándo fue la última vez que lo vi en un anaquel y pude comprar con toda comodidad.
"El tratar de obtener los insumos básicos se ha convertido en un gran desgaste emocional. Si la alimentación, la salud y la educación como derechos básicos están "atropellados", qué se puede decir del esparcimiento, donde las vacaciones familiares se han llevado a la mínima expresión", explica Yandra Araujo.
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SALARIO MÍNIMO INFERIOREl politólogo Nicmer Evans opina para Perú21 que actualmente Venezuela tiene el peor salario mínimo de la región. Al cambio oficial, el salario mínimo se ubica en 80 dólares, y en el mercado paralelo, en 20.
"Los cuatro aumentos que ha decretado (el presidente, Nicolás Maduro) este año no han mejorado absolutamente nada la calidad de vida del venezolano ni han aproximado el valor del salario a la época de Chávez.
Hoy para que una familia de 5 personas pueda vivir medianamente bien, debe percibir un ingreso de 100 mil bolívares", afirma Evans. Ante este panorama, la familia venezolana hace maromas para sobrevivir.
"Hoy en día con unos salarios profesionales (juntos no alcanzamos a cubrir la canasta alimentaria), vemos mermado nuestro poder adquisitivo. Tenemos techo propio, pero estamos sobregirados en el presupuesto mensual", afirma Araujo.
Sin duda, tal como refiere el politólogo Nicmer Evans, el resultado de los comicios del 6 de diciembre va a venir acompañado de movilizaciones en la calle. Más allá de un problema ideológico será un problema político-social manifestando sus reivindicaciones, pero ya no controlado por sectores partidistas.
DATOS
Por Deysi Ramos/@deysidoo