Hasta el momento son 86 personas muertas, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), por un ataque químico con gas sarín realizado en la localidades situadas al norte de Siria.
Una de las localidades afectadas es Jan Shijún, donde gran parte de los fallecidos ya fueron enterrados hoy. Mientras tanto, muchos heridos permanecen ingresados en hospitales de áreas próximas.
Dada la gran dimensión del desastres, algunas organizaciones manejan otras cifras de muertos. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el número de muertos en Jan Shijún ha aumentado a 86 personas, entre ellas 30 menores.
Médicos sirios justifican la alta mortalidad y la gravedad de los síntomas con la sospecha de que durante los ataques aéreos se lanzó una mezcla de gases tóxicos.
Activistas y rescatistas han encontrar más sobrevivientes aterrorizados, escondidos en refugios cerca de la localidad de Khan Sheikhoun. El ataque en esta zona dejó docenas de muertos.
Diversos videos y fotografías muestran a personas muertas y a residentes luchando por respirar y convulsionando en las calles y en hospitales desbordados. Mientras tanto, médicos voluntarios utilizan mangueras para retirar las sustancias químicas de los cuerpos de las víctimas.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas abordó el incidente en una reunión de emergencia hoy, en la que se 70 países se comprometieron a aportar US$6,000 millones de ayuda en 2017.
El responsable europeo no precisó si esta ayuda humanitaria, destinada a apoyar a la población siria, a los refugiados sirios y a las comunidades que los acogen en países vecinos, es nueva o recoge fondos comprometidos por la comunidad internacional previamente.
El gobierno de Estados Unidos atribuyó al ejecutivo de Bashar Assad, diciendo que sus patrocinadores, Rusia e Irán, tienen una "gran responsabilidad moral" por la muertes.
El mandatario norteamericano, Donald Trump, denunció como una "afrenta a la humanidad" el ataque químico y advirtió que "no puede ser tolerado".
Asimismo, países como Francia y el Reino Unido también acusan al régimen sirio de cometer esa acción, mientras que Damasco se la atribuye a "terroristas" y Turquía.