La nueva variante del COVID-19 fue identificada por primera vez en el Reino Unido en setiembre y se expandió rápidamente por el país, donde los contagios por esta cepa representan el 60% de los nuevos casos en Londres y zonas aledañas debido a su mayor facilidad de propagación.
Según una publicación del diario The New York Times, científicos estimaban que la nueva variante era un 70% más transmisible. Trevor Bedford, biólogo evolutivo del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, señaló que la variante podría llegar a ser solo entre un 10% y el 20% más transmisible.
No obstante, Bedford manifestó que ese ratio de contagio es suficiente para que esta variante se vuelva la cepa predominante en Estados Unidos para marzo de este año.
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El diario señala que la variante tiene 23 mutaciones, en comparación con la versión que brotó en Wuhan (China). No obstante, diecisiete de esas mutaciones aparecieron de repente, después de que el virus se desvió de su ancestro más reciente.
Estas mutaciones “mejoran la resistencia o la capacidad de transmisión del virus”, señala el artículo.
Si bien la variante no parece producir efectos más graves que su predecesora, al tener un comportamiento más contagioso provocará que se incremente el número de víctimas.
El diario estadounidense precisó que existen las evidencias preliminares “sugieren que la gente infectada con la nueva variante suele ser portadora de mayores cantidades del virus en la nariz y garganta que las personas infectadas con versiones anteriores”.
“Estamos hablando de un rango de entre 10 a 10.000 veces mayor”, señaló Michael Kidd, virólogo clínico de Salud Pública Inglaterra y asesor clínico del gobierno británico.
Por ello, los expertos advirtieron que las personas deben seguir con mayor importancia las recomendaciones sanitarias como el distanciamiento social, el uso de mascarillas, no asistir a lugares cerrados y con poca ventilación, así como la higiene.
Las autoridades de salud del Reino Unido reactivaron los hospitales de emergencia, que fueron utilizados al inicio de la pandemia, debido al incremento de los contagios por la nueva variante del coronavirus.
El Reino Unido registró más de 50 mil nuevos contagios diarios en los últimos cuatro días, la mayoría de ellos por la nueva variante.