Redacción PERÚ21

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En cinco años, Nicolas Sarkozy pasó de ser un hombre que ganó a una nación con discursos rudos y fuertes prometiendo dinero en los bolsillos de los trabajadores a ser el presidente más impopular en buscar la reelección en Francia.

Cuanto más se acerca el día decisivo (faltan cuatro para la votación), más lejos parece la reelección de Sarkozy, que está pagando caro el caos y los fallos de una campaña sin rumbo, marcada por las deserciones en masa de antiguos partidarios (Chirac, tres exministros, conocidos y anónimos).

En cambio, François Hollande, su adversario electoral, recibe, a un ritmo frenético, adhesiones públicas de parte de nutridos colectivos de economistas, deportistas, intelectuales y ministrables.

Así las cosas, con Sarkozy perdiendo terreno y Hollande ganándolo, el panorama es bastante complicado para el presidente candidato de cara a la primea vuelta: un sondeo de CSA para el canal de información continua BFM-TV confirmó que Hollande sube dos puntos y se afianza en la cabeza de la preferencias con un 29%, mientras que Sarkozy baja hasta 24%. Perdió seis puntos en un mes.

Y para la segunda vuelta del 6 de mayo, Hollande aumenta su ventaja de 58% a 42%. Los sondeos parecen confirmar lo que se ve a simple vista: que el inquilino del Elíseo no controla la campaña.