Moscú denunció la decisión de EE.UU. de registrar el consulado de su país en San Francisco y la oficina comercial de su Embajada en Washington. Estas acciones fueron calificadas por Rusia como una violación del derecho internacional.
Ambos edificios diplomáticos, junto a otro arrendado por Moscú en Nueva York, fueron abandonados por el personal ruso este sábado por orden del Gobierno de EE.UU. Esta decisión complica las relaciones entre ambos países.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso entregó hoy una nota de protesta al encargado de negocios de la Embajada de EE.UU. en Moscú, Anthony Godfrey, en la que expresó que "el registro ilegítimo de las dependencias diplomáticas de Rusia sin la presencia de cargos oficiales rusos es una acción agresiva sin precedentes".
Según el comunicado difundido por la cancillería rusa, las autoridades estadounidense han amenazado incluso con "derribar la puerta" de la oficina comercial rusa en Washington si Moscú no accede a abrir el edificio, que sigue siendo de su propiedad, pese a que ha tenido que cerrarlo por orden de la administración de EE.UU.
Moscú también teme que los registros, que se llevarán a cabo en la sede del consulado ruso en San Francisco, "pueden ser usados por los servicios de inteligencia de EE.UU. para organizar un acto de sabotaje antirruso mediante la introducción ilegal de objetos comprometedores".
"Las autoridades estadounidenses deben poner fin a las flagrantes violaciones del derecho internacional y renunciar a los ataques contra la inmunidad de las dependencia diplomáticas de Rusia. En caso contrario, nos reservamos el derecho de tomar las mismas medidas de respuesta", advirtió el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Como se recuerda el Gobierno estadounidense decretó este viernes el cierre del Consulado de Rusia en San Francisco y dos anexos diplomáticos, uno en Washington y otro en Nueva York, en respuesta a la orden que Moscú dio en julio de reducir la presencia diplomática estadounidense en su territorio.
Moscú, a su vez, ordenó la reducción de diplomáticos de EE.UU. en su país en respuesta al nuevo paquete de sanciones económicas aprobadas por el Congreso recientemente contra Rusia por su supuesta injerencia en las elecciones estadounidenses de 2016.