Cuando el Movimiento Al Socialismo (MAS), partido del expresidente boliviano Evo Morales, prefirió elegir como candidato a la Alcaldía de El Alto al dirigente sindical y campesino aymara Zacarías Maquera, un divorcio político se consumó. La joven Eva Copa (34 años), hasta entonces figura emergente del MAS, prefirió optar por la invitación de la agrupación Jallalla.
Las elecciones municipales de este domingo han supuesto un golpe al partido de Morales. Aunque los resultados finales recién se conocerán el fin de semana, todo indica que las cuatro principales ciudades de Bolivia (La Paz, El Alto, Santa Cruz y Cochabamba) han caído en manos de otros movimientos. Una de esas derrotas se la ha propinado Copa.
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“Agradezco a Evo Morales [...] y le pido que escuche a su pueblo, y que acepte las críticas constructivas”, declaró hoy Copa, quien consiguió el 66,8% de los votos en El Alto, según las proyecciones, frente al 19,9% del candidato del MAS, Zacarías Maquera.
Copa fue lanzada al Senado con solo 28 años por parte del MAS. Hasta 2019, mantuvo un perfil relativamente bajo. Fue con la salida de Evo Morales y con el inicio del Gobierno transitorio de la expresidenta Jeanine Añez cuando su figura se hizo más pública y relevante, ya que resultó elegida presidenta del Senado.
El MAS ha tratado de dinamitar la campaña de Copa señalando que esta traicionó al partido por “ambiciones personales”. Incluso, señala la agencia de noticias Efe, la ha sindicado de supuestamente recibir financiación de Estados Unidos para su campaña. El MAS también acusó a Copa de colaborar con el Gobierno de Áñez, al que ha tachado como “de facto” o producto de un “golpe de Estado”, cuando fue presidenta del Senado.
Copa ha negado esas acusaciones y las atribuyó a la desesperación de sus adversarios por el apoyo político que ha ido cosechando en una ciudad identificada con el MAS en la pasada elección general de 2020. Además, ha denunciado que la cúpula del MAS tiene capturado al expresidente Morales, después del retorno de su asilo de Argentina.