Naciones Unidas encendió una nueva alarma el viernes ante consistentes reportes de ejecuciones y torturas de civiles, entre ellos niños, en Siria, al igual que asesinatos de manifestantes en las protestas pro-democráticas.
El Comité de la ONU contra la Tortura citó "ataques generalizados o sistemáticos contra (la) población civil, incluyendo el asesinato de manifestantes pacíficos".
Siria enfrenta una creciente presión internacional por la sangrienta represión contra el movimiento de protesta. Damasco tiene hasta el final del viernes para firmar un acuerdo árabe que permita el ingreso de observadores al país, o de lo contrario recibirá sanciones.
Más de 3.500 personas murieron desde marzo, de acuerdo a la ONU, y activistas dicen que más de 30.000 personas fueron arrestadas, entre ellas familiares de disidentes.
El comité de la ONU indicó que los reportes sobre niños que sufren tortura y mutilación durante la detención son particularmente preocupantes y que las autoridades sirias han actuado con total impunidad, en lo que denominan violaciones "graves y generalizadas".
El comité, compuesto por 10 expertos independientes, pidió al Gobierno del presidente Bashar al Asad que se remonten hasta el 9 de marzo y reporten qué medidas se tomaron para detener los abusos, que informó que fueron "presuntamente conducidos bajo órdenes directas de las autoridades públicas".
El presidente del comité, Claudio Grossman, también expresó preocupación por las "ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, la detención arbitraria por parte de las fuerzas policiales y el Ejército y las desapariciones forzadas e involuntarias".
Grossman, un experto chileno, dijo en una rueda informativa: "De más está decir que las violaciones graves y masivas de los derechos humanos ocurren en un contexto de total y absoluta impunidad. No ha habido investigaciones sobre este tema".
43 MUERTOS EN AMBOS BANDOSLos enfrentamientos entre las fuerzas leales a Asad y los civiles y soldados desertores continuaron hoy, con un trágico saldo de 43 muertos, en ambos lados. Según reportó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), se trata de 12 civiles, 16 miembros de las tropas del régimen y 15 soldadores desertores. La mayoría de estas muertes ocurrió en las ciudades centrales de Homs y Hama.