Un niño, de tan solo 8 años e identificado como Landon, murió tras ser obligado a comer excremento por su padre y su madrastra. De acuerdo a información recogida por Vanguardia y La Verdad de México, el penoso fallecimiento ocurrió en la casa de los abuelos del menor, en Saltillo.
Aunque se desconocen las circunstancias, los primeros informes señalan que Jacinto, padre del Landon, y su pareja, Olga Leticia Moreno Zapata, obligaron al niño a comer excremento, lo cual le provocó una serie de vómitos.
Con la intención de quitarle el mal sabor de la boca, el hombre y la mujer le dieron leche y caldo de pollo al pequeño. Sin embargo, los vómitos continuaron y el malestar hizo que Landon broncoaspirara, lo cual terminó con su vida.
Tratando de ocultar su cruel crimen, Jacinto y Olga decidieron llevar al niño a la estación de bomberos de la zona, donde los paramédicos confirmaron el deceso, por lo que dieron aviso a la Fiscalía General del Estado, donde confirmaron el maltrato al que era sometido el infante.
Pese a que se contaba con los resultados de la necropsia y el testimonio del hermano menor de Landon, quien narró lo ocurrido a las autoridades, la Policía decidió dejar en libertad a Jacinto y su pareja.
Los resultados de los exámenes forenses revelaron que en el estómago del menor aún se encontraban restos de excremento.
Consuelo Jiménez, tía del menor, y sus otros familiares exigieron a las autoridades que el crimen no quede impune y que se haga justicia.