Redacción PERÚ21

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La paquistaní , con solo 17 años, se convirtió este viernes en la persona más joven en obtener el , un logro alcanzado por su defensa de la educación femenina después de casi pagar con la vida su apoyo a la causa.

"A pesar de su juventud, luchó durante varios años por el derecho de las niñas a la educación y ha mostrado con su ejemplo que niños y jóvenes también pueden contribuir a mejorar su propia situación", afirmó el Comité del Nobel al anunciar el premio.

Su nombre saltó a la palestra al saberse que ella era la niña que escribió un blog en la web de la BBC bajo el seudónimo de Gul Makai durante la dominación talibán del valle del Swat (), entre los años 2008 y 2009.

Eso catapultó su fama en Pakistán y le dio cierta notoriedad internacional, en parte por el impulso de su padre, propietario de una escuela en Mingora, aunque esa misma fama le acarreó cada vez más enemistades entre los radicales.

Malala hizo una encendida defensa del derecho de las niñas a ir a la escuela y explicó como, a pesar de las prohibiciones de los talibanes, ella y otras niñas burlaban los obstáculos y seguían yendo a clase gracias al valor de algunas maestras.

El 9 de octubre de 2012, Malala volvía de la escuela a su casa cuando dos hombres armados abordaron el vehículo en el que viajaba con otras 15 niñas. Ellos preguntaron quién era Malala y, tras identificarla, le dispararon.

Las balas le impactaron en la cabeza. Los agresores la dieron por muerta, pero Malala pudo salir viva. Tras ser trasladada a un hospital de Rawalpindi, la pequeña fue llevada al Reino Unido, en parte por el temor de que los talibanes quisieran terminar el trabajo.

Los supuestos culpables, miembros de la facción talibán que había aterrorizado el Swat y que ahora se refugia en el vecino Afganistán, fueron arrestados hace un mes por el Ejército paquistaní.

Luego vino la lenta recuperación, aunque aún son visibles la secuelas del atentado, y el ascenso de Malala como icono internacional con una celebrada aparición en la ONU. Antes del Nobel, recibió el premio Sajarov a la Libertad de Conciencia que otorga el Parlamento Europeo, el Simone de Beauvoir y el Premio Convivencia Manuel Broseta.

Cuando esta mañana se anunciaron a los ganadores del Nobel de la Paz, la joven estaba en clase en un colegio de (Inglaterra). El director la sacó del aula para comunicarle la decisión de Oslo.

Después, Malala volvió a clase y se supo que no hablaría hasta que no terminase la jornada escolar. El mensaje es claro: la educación es lo más importante, también para una premio Nobel.