Las autoridades de Roma confirmaron que abrieron la tumba de un reconocido jefe de la mafia para resolver la desaparición de una adolescente en El Vaticano.
Enrico De Pedis o Renatino, que murió acribillado en 1990 y está enterrado en la Basílica de San Apolinar en el corazón de Roma, está vinculado a la desaparición hace casi 30 años de Emanuela Orlandi.
Orlandi era hija de un empleado de El Vaticano y vivía en el pequeño estado papal. Las autoridades religiosas creen que dentro de la tumba de Enrico puede haber algunas pista sobre el paradero de la muchacha.
De Pedis era uno de los jefes de la llamada Banda della Magliana que operaba en Roma. Orlandi tenía 15 años cuando desapareció después de salir de su vivienda para tomar clases de música en Roma.
En 2005 una llamada anónima al programa de televisión Chi l'ha visto?, el cadáver de Orlandi se encontraría en la tumba de De Pedis. En junio de 2008, Sabrina Minardi, la amante de Renatino, declaró a la Justicia que el capo mafioso había sido el autor material del secuestro de la chica.