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Imagínese que va de viaje como turista a Hong Kong , China, y decide ir en un paquete de viaje por un precio debajo del costo real. Lo que no sabe es que está sometido a un rígido programa de visitas por la ciudad en los comercios de joyas y productos electrónicos.
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Durante esta actividad, los empleados de los comercios y los guías turísticos que acompañan a los viajeros les incitan y presionan para que gasten su dinero. Es decir, son víctimas de las llamadas 'compras forzosas'.
La masiva llegada de turistas chinos a Hong Kong ha reavivado esta conocida práctica con la que operadores turísticos tratan de recuperar los costos de estos viajes a través de comisiones y porcentajes que obtienen de las ventas, que varían en función del consumo de los visitantes.
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Esta polémica práctica volvió a los titulares de Hong Kong esta semana cuando, el pasado martes, un turista chino falleció como consecuencia de los golpes recibidos cuando trataba de mediar en una discusión entre un guía turístico y una compañera de viaje que se negó a comprar en una joyería de la ciudad.
La víctima, un varón de 54 años, fue sacado del comercio por cuatro individuos que lo golpearon hasta dejarlo inconsciente, para fallecer horas después en un hospital.
La Policía y los gobiernos de China y Hong Kong se comprometieron a llevar a cabo una investigación conjunta para resolver las circunstancias de la muerte del turista chino.
El hecho ha causado una fuerte indignación en las redes sociales chinas, donde se pide boicotear las compras en la isla.
