/getHTML/media/1239666
Eduardo Pérez Rocha: "Que la Policía diga la verdad, Vladimir Cerrón se fue del país"
/getHTML/media/1239537
José Baella sobre caso Vladimir Cerrón: "Se debería investigar la contradicción de la Policía"
/getHTML/media/1239536
Fuad Khoury: "No es el momento para invertir en aviones de guerra"
/getHTML/media/1239269
Impulsared: el programa que promueve el desarrollo a través del emprendimiento
/getHTML/media/1239371
Romy Chang sobre 'Chibolín': "La caución asegura la permanencia de Elizabeth Peralta"
/getHTML/media/1239361
José Carlos Mejía, abogado de agente 'Culebra' habla sobre supuesto atentado: "Han sido dos extraños incidentes"
/getHTML/media/1239253
Dina Boluarte endeudará al Perú por S/ 7,500 millones para comprar 12 aviones de combate
/getHTML/media/1239252
Adrián Simons: "Tipificar terrorismo urbano no soluciona nada"
/getHTML/media/1239251
Todo lo que debes saber sobre el sorteo 'Escapada de Primavera'
/getHTML/media/1239126
Gobierno de Dina Boluarte sin rumbo ante criminalidad | La Voz del 21
/getHTML/media/1239123
Víctor García Toma: "El JNE debió anular la inscripción de A.N.T.A.U.R.O"
/getHTML/media/1239120
Mariano González: "Este gobierno-Dina Boluarte- representa más al crimen que a los peruanos"
/getHTML/media/1239127
Malena Morales de Alicorp y su compromiso con los emprendedores peruanos en Marcas y Mercados
/getHTML/media/1238304
Los mejores libros del siglo XXI según The New York Times | Biblioteca de Fuego
/getHTML/media/1238207
118 mujeres han sido víctimas de feminicidio en lo que va de 2024
PUBLICIDAD

Desolación, bombardeos y cadáveres carbonizados en el este de Ucrania

“¡Qué país de mierda!”, grita una mujer ante el cadáver de un hombre, muerto durante un bombardeo en un barrio residencial en Chuguev, en el este de Ucrania, uno de los primeros objetivos de la invasión lanzada por Rusia este jueves.

Imagen
Fecha Actualización
“¡Qué país de mierda!”, grita una mujer ante el cadáver de un hombre, muerto durante un bombardeo en un barrio residencial en Chuguev, en el este de Ucrania, uno de los primeros objetivos de la invasión lanzada por Rusia este jueves.
Cerca del cadáver está postrado su hijo, que llora. “Le había dicho que nos fuésemos”, repite incansablemente el treintañero, junto a los restos calcinados de un viejo vehículo de la marca Lada.
El misil ha dejado un cráter de 4 a 5 metros de diámetro entre dos inmuebles de cinco pisos que quedaron totalmente destruidos y donde los bomberos tratan de extinguir las últimas llamas.
Numerosos edificios más alejados del impacto han quedado gravemente afectados, con ventanas rotas cuyos marcos cuelgan en el vacío.
Imagen
La policía no difundió un balance de daños pero, por la mañana, estos parecían considerables. Cuatro edificios quedaron completamente destruidos. Sobre ellos se levantaba una espesa columna de humo negro visible desde lejos.
Serguéi, de 67 años, que ha sufrido algunas contusiones durante los bombardeos, intenta tapar las ventanas de la planta baja de su apartamento con una mesa.
“Me quedaré aquí. Mi hija está en Kiev y allí es parecido”, asegura este ucraniano, en referencia a las explosiones registradas durante la mañana en las principales ciudades del país, incluida la capital.
Según él, el misil estaba dirigido al aeropuerto militar próximo. “Formaba parte de los objetivos que Putin había citado, ni siquiera me sorprendió”, continúa.
Imagen
“Defender mi patria”
El ejército ruso afirmó el jueves haber destruido los sistemas de defensa antiaérea y haber dejado “fuera de servicio” las bases aéreas ucranianas. También indicó que “la población civil no tiene nada que temer”, si bien Kiev informó de una decena de civiles fallecidos.
La amenaza no llega solo del cielo. La guardia fronteriza ucraniana anunció incursiones terrestres rusas desde varios puntos, también desde el este, en la región separatista de Lugansk.
Imagen
La población local, curtida por ocho años de conflicto armado con rebeldes prorrusos, tiene claro que debe hacer ante este escenario.
“Si continúan bombardeándonos, voy a encontrar armas y a defender mi patria, poco importa si tengo 62 años”, asegura Vladimir Levashov, habitante de Chuguev.
“Y eso que soy ruso. Pero si se mira la historia, si se lee libros, ya hace 300 o 400 años era la misma cosa. Los rusos son saqueadores”, se indigna.
El ejército ucraniano es omnipresente en las principales carreteras del este. Entre Kramatorsk y Járkov, está detenido un convoy de vehículos con la bandera amarilla y azul de Ucrania.
A 300 km de allí, en Mariúpol, potentes explosiones sacudieron la principal ciudad portuaria en el este del país, relativamente a salvo de las hostilidades de las últimas semanas.
Imagen
En esa zona, cercana a la línea del frente, empiezan las evacuaciones de población civil en aldeas como Zoloty y Gorsky. “Llevaremos a la población a la estación de trenes más próxima”, dice Alexéi Babchenko, portavoz de la defensa civil.
Más lejos, en el municipio de Novotoshkovka, la evacuación ya no es posible. Horas después del inicio del ataque, los disparos de artillería rusos son demasiado intensos y las comunicaciones complicadas.
“La ofensiva está en marcha sobre toda la línea de demarcación en las regiones de Lugansk y Donetsk”, declaró Babchenko. “Los combates se desarrollan por todos lados”, añadió.
“No podemos recibir todavía informaciones sobre las víctimas, porque no hay comunicación con esta zona”, señaló.
Fuente: AFP
VIDEO RCOMENDADO