Tras la victoria electoral en las parlamentarias griegas, el líder del conservador Nueva Democracia, Antonis Samaras, reiteró su deseo de "renegociar" las medidas del plan de austeridad impuesto en su país por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Samaras manifestó en repetidas ocasiones que el programa de ahorro es necesario pero que ahogó a la economía. Una de sus frases más frecuentes sobre el programa de ahorro es: "El remedio es peor que la enfermedad".
Según los términos del rescate internacional, el nuevo Gobierno debe despedir hasta 150,000 funcionarios, recortar 11,000 millones de euros este mes en gastos, desprenderse de varias compañías estatales, mejorar la recaudación de impuestos y abrir profesiones hasta ahora cerradas a la competencia.
COALICIÓN CUANTO ANTESSamaras manifestó también que desea llevar crear "cuanto antes" un gobierno de concertación con las otras fuerzas políticas del país, y que intentará "formar un gobierno de salvación nacional con los partidos que creen en la orientación europea del país y creen en el euro".
"Mi posición es que debe haber un gobierno de salvación nacional que incluya a tantos partidos como sea posible. Continuaré con el esfuerzo porque el país tiene una necesidad inmediata de ser gobernado", manifestó.
Sin embargo, el líder del partido radical Syriza, Alexis Tsipras, rechazó la propuesta de Samaras para unirse a su coalición, mientras que el jefe del socialista PASOK, Evangelos Venizelos, condicionó su alianza con Nueva Democracia a que también participen en la coalición Syriza y otras formaciones.