Empatados. Alexis Tsipras, líder del izquierdista Syriza, y Evangelos Meimarakis, conservador de Nueva Democracia, disputan el gobierno. (AP)
Empatados. Alexis Tsipras, líder del izquierdista Syriza, y Evangelos Meimarakis, conservador de Nueva Democracia, disputan el gobierno. (AP)

Redacción PERÚ21

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"Los griegos se sienten derrotados y, además, castigados por Europa; estas serán las elecciones del cinismo y la gente las vive con resignación", señaló a Perú21 la enviada especial a Atenas por el diario español La Vanguardia, Gemma Saura. afronta mañana elecciones anticipadas para elegir primer ministro y todo en medio de la inestabilidad política y económica.

Syriza, el partido de izquierda ganador de las últimas elecciones en enero, llegó al gobierno con la promesa de no someterse a las condiciones de los acreedores. Sin embargo, su líder y ex primer ministro griego, , tuvo que renunciar a su programa e incluso a la voluntad del pueblo sometida a referéndum, y aceptar el tercer rescate impuesto por la Unión Europea. "Tsipras se dio cuenta de que no tenía más alternativa que aceptarlo", remarcó a Perú21 el analista y profesor de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona (España), Albert Garrido. Por ello, Tsipras adelantó los comicios y renunció al cargo.

INDECISOS DEFINIRÁNLos sondeos apuntan que la clave la tendrán los indecisos, ya que ahora representan entre el 10% y el 15%, según la encuesta de la Universidad de Macedonia. Mientras que Syriza y el partido conservador Nueva Democracia, liderado por Evangelos Meimarakis, empatan con el 30%.

Quien gobierne deberá "plegarse a las exigencias del tercer rescate", añade Garrido. Meimarakis le propuso a Tsipras crear una gran coalición entre ambos partidos, pero este se negó. Para el analista, "Alexis Tsipras ve dos grandes riesgos en unirse con los conservadores: que se genere otra escisión en su partido (el ala izquierdista de Syriza ya creó otro grupo al sentirse defraudada por el sometimiento a los acreedores) y que tal coalición desemboque en un gobierno imposible, donde ponerse de acuerdo sea una complicada tarea".

LA AFECTACIÓN DE PODEMOSEl partido español de izquierda Podemos, liderado por Pablo Iglesias, es a menudo comparado con Syriza. Incluso, han compartido mítines y se han dado apoyo mutuo, ya que comparten, o compartían, la idea de combatir las exigencias financieras en las que están sometidos sus respectivos países. Garrido cree que "se ha demostrado que el programa de Syriza ha sido inviable a la hora de la verdad y eso ha desgastado la imagen de Podemos. Parte del electorado circunstancial de este partido se puede retraer de votarles al ver las consecuencias del gobierno de Syriza en Grecia".

LOS GRIEGOS SON "VITALES"Gemma Saura constata desde la misma capital helena que los griegos "son pesimistas con el futuro que les espera. Vienen de seis años de crisis y no ven la salida del túnel. Sin embargo, son un pueblo muy vital y van a seguir adelante. Son gente muy solidaria y han construido unas redes que resistirán el porvenir".

EL PESO DE LA CRISIS DE REFUGIADOSGrecia soporta gran parte de la llegada, a través del mar Mediterráneo, de los refugiados sirios que huyen de la guerra de los yihadistas del Estado Islámico. La periodista Gemma Saura cree que el país está afrontando una sobrecarga, "hay municipios que han triplicado y cuadruplicado su población".

Por ello su acogida podría suponer un elemento clave en campaña. No obstante, "solo la ultraderecha de Amanecer Dorado (que se manifiesta como tercera fuerza con un 7%) lo está utilizando y no parece que le esté dando más votos", subrayó el analista y profesor de la Univeristat Pompeu Fabra de Barcelona, Albert Garrido. La periodista concuerda con Garrido, pero afirma "que los griegos temen que Amanecer Dorado incremente mucho más. Son neonazis y eso da mucho miedo, porque mandan a su gente a apuñalar refugiados".

DESILUSIÓN DEL EFECTO SYRIZAFrancisco Tudela Internacionalista

Las encuestas dicen que Syriza ha perdido el 10% de su electorado, eso es causado por un efecto boomerang contrario al que Alexis Tsipras, entonces primer ministro, esperaba al adelantar las elecciones. Él creyó que se fortalecería y podría negociar con la Troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea), calculó que al aceptar el acuerdo por el tercer rescate se ganaría a los sectores moderados de la política griega y no ha ocurrido así.

No solo este sector no creyó en su mensaje, sino que además la posición que tomó fracturó a su partido –Syriza–, ya que el ala izquierdista lo abandonó. Muchos de ellos eran gente joven que confió con que se podía desafiar al sistema, pues resulta que no se puede porque el sistema financiero es una realidad férrea, es terrible.

La desilusión de parte de su electorado le ha reducido el apoyo al ver que no podía poner en práctica la promesa de desafiar al sistema financiero. Los que creían que esas políticas eran posibles ahora tienen la sensación de haber sido engañados, dado que el líder de su partido se terminó entregando al sistema que tanto criticaba.

Por Eulàlia Mata Miralles (eulalia.mata@peru21.com)

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