En Filipinas continua hoy la búsqueda de al menos 92 desaparecidos tras el sismo de magnitud 6.9 en la escala de Richter que se registró ayer y que deja hasta ahora 48 muertos, según el último balance del Ejército.
El fuerte temblor ocurrió en la región entre las islas de Negros y Cebu, a unos 570 kilómetros al sur de Manila, afectó a siete provincias y causó varios deslizamientos de tierras. Puentes dañados obstaculizan los trabajos de búsqueda y rescate.
Un portavoz militar indicó que en la búsqueda participan más de 400 soldados, policías y fuerzas de rescate, que se están centrando en las ciudades de Guihulngan y La Libertad, en la provincia de Negros Oriental, donde hay casi cien viviendas, señaló el coronel Francisco Zosimo Patrimonio.
Los equipos de rescate realizan complicadas tareas de búsqueda. "Muchas carreteras quedaron bloqueadas, lo que dificulta el acceso de los camiones. Además no hay agua ni electricidad", señaló.
A ello se unen las réplicas- más de 900 desde el lunes, la más fuerte de magnitud 6.2-, que dificultaron aún más las labores, señaló el alcalde de Guihulngan, Ernesto Reyes, que teme que los muertos superen los 50 en su ciudad y no cree que hallen más supervivientes.
Miles de personas durmieron a la intemperie por temor a nuevos colapsos por las réplicas.
El presidente Benigno Aquino III visitará mañana la ciudad de Dumaguete, en Negros Oriental para "inspeccionar las áreas dañadas y reunirse con los afectados y con funcionarios del gobierno", informó su portavoz Edwin Lacierda.
Filipinas, localizado en la activa zona Cinturón de Fuego del Pacífico, sufrió su peor terremoto en 1990, cuando un terremoto de magnitud 7.7 dejó casi 2,000 muertos en el norte de la isla Luzon.