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Evo Morales enfrenta paro de policías

Instigados por sus esposas, un grupo de agentes decidieron paralizar y amotinarse en cuarteles de las ciudades de La Paz, Sucre y Potosí, entre otras, en demanda de mejoras salariales.

Fecha Actualización
Policías bolivianos y sus esposas protestaron hoy con la suspensión de sus actividades y el cierre de cuarteles en algunas ciudades para exigir al presidente Evo Morales una mejora salarial.

En La Paz, sede del Gobierno y el Parlamento, un grupo de mujeres cerró con candados y cadenas un regimiento situado en el centro de la ciudad con "más de 180 policías" en su interior, según la dirigente de las esposas de los agentes, Guadalupe Cárdenas.

El comandante departamental de la Policía de La Paz, coronel Rosalío Álvarez, confirmó que las puertas de esa unidad fueron cerradas y bloqueadas, pero negó que ello suponga un motín de los efectivos, como insisten las mujeres.

Según Cárdenas, un policía de menor rango gana 178 dólares mensuales, mientras que un oficial con 39 años de servicio percibe 402 dólares, frente a un salario mínimo nacional de 144 dólares.

La tropa policial reclama que, por ejemplo, el ingreso más bajo de un agente sea de 359 dólares, lo que el Gobierno rechaza porque implicaría un gasto adicional de 14 millones de dólares.

En la ciudad sureña de Sucre, capital constitucional de Bolivia, y en la andina Potosí, agentes de varias unidades anunciaron la suspensión de sus labores de seguridad en las calles, mientras que sus esposas iniciaron huelgas de hambre, bloqueando la entrada a los cuarteles y las oficinas de los comandos departamentales.

En la ciudad amazónica de Trinidad, las esposas también cerraron con candados instalaciones policiales, mientras que en Oruro comenzaron una huelga de hambre como medida de fuerza.

Cárdenas dijo que reclaman que los salarios de sus esposos se igualen con los de los militares y la creación de una Defensoría del Policía que vele por los derechos de los agentes.

También exigen la anulación de la ley del Régimen Disciplinario de la Policía, porque consideran que aplica sanciones fuertes por faltas leves sin derecho a la defensa y coarta el derecho de los uniformados a pronunciarse.

"Nos hemos cansado de vivir de miserias. La policía boliviana es la peor pagada. Hemos tratado de dialogar, pero lamentablemente el Gobierno se ha hecho la burla de nosotros", sostuvo Cárdenas.

Agregó que ya no dialogarán con el ministro de Gobierno, Carlos Romero, ni con sus subalternos, y quieren que el presidente Morales "hable con los policías y conozca su realidad".

El máximo dirigente de la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías, Edgar Ramos Laura, se quejó de que trabajan en pobres condiciones.

"Que no exista una explotación laboral porque el policía trabaja 24 horas y encima tiene que estar acuartelado con servicios especiales, extraordinarios", reclamó Ramos.

El ministro Romero declaró que la demanda de los agentes "no es fácil de resolver" y aseguró que la policía ha recibido durante la presidencia de Morales incrementos salariales superiores a los registrados en gestiones anteriores.