Un joven, de tan solo 19 años, confesó haber drogado con LSD a sus compañeros de trabajo en una oficina de Misur, Estados Unidos. De acuerdo al muchacho, tomó esta medida porque el ambiente laboral estaba cargado con "energía negativa".
Según la cadena ABC, el trabajador decidió mezclar el ácido en al menos dos botellas de agua y una taza de café.
En una primera instancia, los trabajadores de la compañía Enterprise se estaban comportando de manera singular. Sin embargo, con el pasar de las horas, los colaboradores empezaron a sentirse mareados y temblorosos.
La gerenta de la empresa alertó a las autoridades, quienes trasladaron a dos de las personas afectadas al hospital más cercano de la zona.
El joven trabajador perdió su empleo y, de momento, se encuentra en libertad, pero podría enfrentar cargos por posesión de una sustancia controlada.