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Nuevos disturbios en protestas en Barcelona contra el encarcelamiento del rapero Hasél
Las manifestaciones y los disturbios continúan este sábado en Barcelona, once días después del encarcelamiento del rapero español Pablo Hasél, con los incendios de un furgón de policía y contenedores y asaltos a comercios en otra noche de protestas violentas.
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Las manifestaciones y los disturbios continúan este sábado en Barcelona, once días después del encarcelamiento del rapero español Pablo Hasél, con los incendios de un furgón de policía y contenedores y asaltos a comercios en otra noche de protestas violentas.
Varios centenares de personas participaron en la manifestación del sábado por la tarde en apoyo al rapero condenado y encarcelado por sus tuits en los que atacaba la monarquía y las fuerzas de seguridad, comprobó un periodista de la AFP.
Desde primera hora de la noche, la protesta degeneró en actos de vandalismo y destrozos en sucursales bancarias, una de las cuales incluso fue incendiada, indicó la policía regional catalana en Twitter.
Los Mossos d’Esquadra (policía regional) denunciaron “saqueos en el centro de Barcelona” y precisaron que un furgón policial fue incendiado.
Al menos diez manifestantes fueron detenidos por estos disturbios, indicaron los Mossos d’Esquadra. Uno de ellos estuvo “relacionado con la quema del furgón”.
El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, consideró “inaceptables los actos de vandalismo y violencia que está sufriendo esta noche Barcelona”, en un mensaje en Twitter.
Más de 110 manifestantes fueron detenidos desde mediados de febrero en esta región del nordeste de España, según la policía catalana.
Pablo Hasél, de 32 años y oriundo de Lérida (Cataluña), fue condenado a nueve meses de prisión por apología del terrorismo, por haber tratado de “mafioso” al rey emérito Juan Carlos I, haber elogiado a personas implicadas en ataques violentos y por haber acusado a la policía de matar y torturar a migrantes y manifestantes.
Su detención el 16 de febrero en circunstancias bastante espectaculares en la Universidad de Lérida, donde el rapero se había encerrado con varios simpatizantes para evitar su arresto, desató una ola de manifestaciones violentas en varias localidades de España, como Barcelona, Madrid y Valencia.
Las protestas más tensas tuvieron lugar en la capital catalana donde se produjeron disturbios prácticamente todas las noches desde hace dos semanas.
Además del debate sobre la libertad de expresión en España, estas protestas también denunciaron la precariedad de los jóvenes en un país en que el desempleo juvenil supera el 40% y acentuaron las diferencias internas en el gobierno central, compuesto por los socialistas (centroizquierda) y Podemos (izquierda radical).
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