Unos 300 bomberos y seis aviones contra incendios franceses participaban hoy en la lucha contra un gigantesco incendio forestal en la región española de Cataluña, en la frontera con Francia. Cuatro ciudadanos galos han fallecido por el siniestro y hay ocho heridos.
Cien bomberos franceses se unieron a los 200 que ya están trabajando desde ayer en este gran incendio, que ya arrasó 13,000 hectáreas, alentado por un violento viento de tramontana.
España había pedido ayuda a Francia, que se la concedió, confirmó el Ministerio del Interior galo. La asistencia se enmarca en una convención de cooperación entre los dos países.
El fuego continúa sin control en el lado español de la frontera, pero está controlado en Francia, donde se limitó a una zona de 20 hectáreas, indicó dicho despacho.
"La situación sigue siendo tensa (sobretodo) si hay un cambio en la dirección del viento que lleve la cabeza del fuego hacia la frontera", añadió.
Según el coronel Christian Coste, responsable del cuerpo de bomberos de la ciudad de Perpiñán, cerca de la frontera, los bomberos españoles "tienen problemas para frenar el avance del fuego hacia el sur".