(Foto: AFP)
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Repentina y lamentable fue la muerte del expresidente de Chile Sebastián Piñera, quien gobernara el país del sur en dos ocasiones. Su sentido del humor y sagacidad son dos aspectos que destaca el excanciller peruano José Antonio García Belunde en esta entrevista.

Reconoce las actitudes de Piñera en medio del diferendo marítimo de Chile, que se discutió en gran parte durante el periodo en el que fue la cabeza del Ministerio de Relaciones Exteriores, en el gobierno de Alan García, y su rol en la creación de la Alianza del Pacífico, en 2011. “El Perú pierde un buen amigo”, lamenta.

¿Cuál es su reacción inicial sobre esta noticia?

Estoy consternado por esta muerte por accidente y quizá, si me permite, lo primero que quisiera hacer es extender a la familia del presidente Piñera y al pueblo chileno mi más sentidas condolencias por la pérdida de esta figura tan destacada de la política chilena que, debo decir, además, tuvo una relación respetuosa y amistosa con el Perú. Y, dicho sea de paso, se sentía vinculado (al Perú) porque asumía que era descendiente de Huayna Cápac.

¿Qué puntos podemos destacar de la relación que tuvo con el Perú durante su última presidencia, cuando usted fue canciller?

La relación fue de apenas un año y medio, pero en ese tiempo la relación mejoró notablemente. Ya se había presentado la demanda de La Haya, ya se había presentado la documentación inicial, la memoria, y Piñera señaló que quería mantener una buena relación con el Perú y que lo que está en La Haya debe quedarse en La Haya. Esas fueron sus palabras. Fue una manera chilena de decir lo mismo que había dicho Alan García, que era que había que mantener las cuerdas separadas. Y, a partir de eso, fuimos avanzando en temas que habían sido un poco abandonados por el gobuierno anterior que no quiso mantener un flujo más dinámico de las relaciones porque se sintió, no sé si ofendido o qué, por la demanda de La Haya. Piñera dio la vuelta a eso y, además, lo hizo con cierto humor. En algún momento alguien le puso un ‘palito’ y en una recepción que hubo en Palacio de Gobierno le preguntaron ‘presidente Piñera, ¿de quién es el pisco?’, y él contestó ‘el pisco es del primero que se lo tome’ y se tomó su copa de pisco, demostrando sagacidad, sentido del humor y quitándole a este tema gravedad, cosa que hizo bien.

¿Cómo fue la relación con el expresidente García?

Estableció una relación con el presidente García muy fluida, se atrevió a venir al Perú, García devolvió la visita a Chile. Yo diría que cambió la relación. Eso respecto al gobierno de García.

¿Y respecto al del expresidente Humala?

Respecto al gobierno de Humala hay que decir que a Piñera le correspondió recibir el fallo (de La Haya) y hay que reconocer que se esmeró en cumplir el mandato del fallo con rapidez y en pocos meses estaba implementado, y eso también hay que saludarlo. Se terminó así una etapa que nos daba dificultades, que era controversial, del cual se discutía mucho, pero se terminó y se terminó bien. Hay que decir que Piñera tuvo la gran visión de estadista de ir más allá de lo de La Haya, entender que la relación con el Perú no podía ser solo La Haya sino que había un cúmulo de intereses que debíamos trabajar, proteger y estimular, y tuvo el valor de aceptar el fallo y ejecutarlo lo más pronto posible. Yo creo que el Perú pierde un buen amigo, una persona que en la responsabilidad de sus gobiernos hizo lo mejor que pudo para que las relaciones sean lo más fructíferas. Los peruanos desde ya lamentamos la desaparición del presidente Piñera.

¿Cuál fue el rol de Piñera en la Alianza del Pacífico?

La Alianza del Pacífico fue imaginada originalmente con Chile y Colombia, después el presidente de México Felipe Calderón le pidió, en una reunión al presidente Piñera y al presidente García, incorporarlo a esa iniciativa, pero la idea fue básicamente Chile, Perú, Colombia. Y, en ese sentido, Perú y Chile tenían en ese momento posiciones muy similares, tenían además instrumentos muy similares, tenían acuerdos comerciales con las tres grandes potencias económicas y comerciales, es decir Estados Unidos, China y la Unión Europea. El caso de Colombia es distinto porque no tenía con China. Entonces, sí, los Estados más avanzados para poder lanzar esta iniciativa fuimos Perú y Chile, y García y Piñera en ese campo se entendieron muy bien.

¿Cómo puede la muerte de Piñera repercutir en la sociedad chilena a nivel político, social, empresarial?

-Es muy difícil juzgar desde acá el impacto que tenga en la sociedad chilena. Es evidente que Piñera representaba una derecha más moderada, más moderna, con menos carga ideológica que la que pudo representar en las últimas elecciones el candidato Kast. Piñera era una persona que podía, viniendo de la derecha, proyectarse al centro y tener en el centro apoyos y adiciones importantes. Yo no creo que en este momento en Chile podamos encontrar otro personaje político en la derecha chilena de las características de Piñera. En ese sentido, sí, al pueblo democrático de Chile le va a hacer falta un hombre como Piñera.

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