Han pasado cerca de cinco años y esta banda ha extendido sus tentáculos, tiene presencia en al menos seis países de la región.
Han pasado cerca de cinco años y esta banda ha extendido sus tentáculos, tiene presencia en al menos seis países de la región.

Existe consenso sobre su origen. Se remonta al año 2005, cuando se inició la construcción de un ferrocarril en el estado de Aragua, al norte de Venezuela; sería un tren que uniría Aragua con Carabobo. Los sindicatos de obreros que trabajaban en el proyecto cobraban cupo por la asignación de puestos de trabajo y extorsionaban a los contratistas (muy similar a lo que ocurre, desde hace décadas, con los falsos gremios de construcción civil en el Perú). Sucedieron tantos enfrentamientos que, finalmente, la obra fue paralizada en 2011.

Uno de los personajes claves de la mafia que operaron durante la frustrada construcción del Tren de Aragua fue Héctor Rustherford Guerrero Flores, conocido como el ‘Niño Guerrero’. Actualmente, tiene 39 años y, según el portal InSight Crime, fue detenido en 2010 en su natal Maracay, precisamente un distrito de Aragua, por vender droga y objetos robados. Además, el ‘Niño Guerrero’ registraba entonces tres cargos por homicidio, por lo que fue recluido en el centro penitenciario de la ciudad, conocido como el penal de Tocorón, de donde fugó en 2012, supuestamente con la ayuda de su novia, Jimena Araya, alias ‘Rosita’.

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Pero la libertad le duró poco. En junio de 2013, el ‘Niño Guerrero’ fue recapturado y reenviado al mismo penal de donde había escapado un año atrás. Ahí retomó contacto con los integrantes del sindicato con los que había extorsionado en Aragua en 2005 y empezó a controlarlo todo.

Pronto, el delincuente apodado ‘Niño Guerrero’ se convirtió en el PRAN —Preso Rematado, Asesino Nato— de la cárcel de Tocorón, algo así como el ‘Taita’ en las prisiones peruanas. El portal Transparencia Venezuela lo identifica como el PRAN de Tocorón en 2014. Fue él quien estableció el pago de la ‘causa’, una suerte de cuota que deben desembolsar semanalmente los presos para mantener el ‘privilegio’ de convivir con los integrantes de su megabanda. Estadísticas criminológicas venezolanas sostienen que solo por ese concepto el Tren de Aragua llega a obtener de 1.5 a 2 millones de dólares al año. Pero la periodista Ronna Rísquez, quien ha escrito un libro sobre esta megaorganización criminal, sugiere que el monto, en realidad, podría llegar hasta tres millones de dólares anuales.

CONTROLA TODO. Héctor Rustherford Guerrero Flores, conocido como el ‘Niño Guerrero’, se convirtió en el PRAN -Preso Rematado, Asesino Nato- de la cárcel de Tocorón; es el cabecilla de la organización criminal.
CONTROLA TODO. Héctor Rustherford Guerrero Flores, conocido como el ‘Niño Guerrero’, se convirtió en el PRAN -Preso Rematado, Asesino Nato- de la cárcel de Tocorón; es el cabecilla de la organización criminal.

Una investigación efectuada por la web RunrunEs afirma que la cárcel de Tocorón tiene una de las mejores discotecas de Venezuela, se llama Tokio, y la mayoría de jóvenes quieren conocerla e ingresar; también cuentan que en esa prisión hay un centro de apuestas hípicas, un banco, una enorme piscina, un coliseo para peleas de gallos, varios restaurantes, un campo de béisbol, bodegas, gimnasio, tiendas de ropa, canchas de fulbito y de baloncesto, además de un zoológico, que tiene ponis y caimanes. Estos últimos, los reptiles, le servirían al cabecilla de la banda del Tren de Aragua para deshacerse de sus enemigos.

Eso sí, todo eso se construyó gracias a la ‘causa’ y a otros negocios, como el tráfico de drogas, la trata de personas, el tráfico de migrantes, la extorsión y la explotación de minas informales.

Los criminales del Tren de Aragua tienen el control absoluto del penal de Tocorón. Ronna Rísquez atribuye esto a la pérdida de institucionalidad que ha marcado Venezuela desde la llegada de Hugo Chávez y después de Nicolás Maduro al gobierno de ese país. De hecho, la Guardia Nacional —la que, se supone, debería ser la responsable de la seguridad interna y externa del presidio— es una figura decorativa en ese penal. Es más, presta resguardo muchas veces al ‘Niño Guerrero’ y a sus cómplices. “No revisan, no preguntan. Simplemente están allí no al servicio de las Fuerzas Armadas ni del Estado. Están al servicio del PRAN, del jefe de la prisión, que es un preso”, sostiene la periodista.

Y, cuando Aragua ‘quedó chico’, la banda criminal expandió sus dominios a otros 13 estados de Venezuela, entre ellos a Sucre, donde nació, en marzo de 1998, uno de los más sanguinarios lugartenientes del ‘Niño Guerrero’: Christopher Joseph Fuentes González, conocido en el Perú como ‘Maldito Cris’. Entre los años 2016 y 2018 el Tren de Aragua inició un proceso de migración, en gran parte obligado por la aguda crisis económica que atraviesa Venezuela. “Se expandió hacia la Guajira, en Colombia. Interactuando con las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con el cartel de Sinaloa. Y entonces, esa interacción, con potente capacidad de fuego, elevó sus niveles de potencia”, reveló el jefe de la Dirección Nacional de Investigación Criminal de la PNP, general Óscar Arriola, en una exposición sobre la presencia del Tren de Aragua en el Perú.

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A LAS ÓRDENES DEL CHAVISMO

Arriola, exjefe de la Dircote y de la Dirincri, sostuvo en esa exposición que todas las policías que integran el Mercosur se han reunido para adoptar medidas conjuntas en contra de la criminalidad organizada transnacional. Y todas han coincidido en que el Tren de Aragua constituye “un riesgo”, “un peligro”, “una amenaza”, por el alto grado de violencia con que opera. Del mismo modo, aseguró que esta mafia se puso en su momento a disposición del gobierno dictatorial de Venezuela. “No importa si esto trasciende. No tengo temor, nunca he tenido temor”, enfatizó Arriola durante su exposición. Sostuvo, además, que este vínculo fue visible en los funerales del ‘Chino Pedrera’, uno de los fundadores de la sanguinaria organización criminal. “Tuvo un entierro similar al de la senderista Edith Lagos, que cerró todo Ayacucho. Lo delicado es que el entierro de ‘Chino Pedrera’ fue resguardado por seguridad del Estado, o sea, la Guardia Nacional de Venezuela al servicio del Tren de Aragua”, narró.

EL VAGÓN QUE LLEGÓ AL PERÚ

El arribo a Perú de los criminales del Tren de Aragua, según la PNP, se inició en 2017. Un año después, nuestra Policía capturó a ‘Catire’. “Aquí, en el Perú, es el único lugar donde se han capturado cabecillas”, dice Arriola, y menciona los casos de Héctor Alfonso Prieto Materano, alias ‘Mamut’ y el del ‘Maldito Cris’. ‘Mamut’, aseguró, es uno de los cabecillas internacionales de esta transnacional del crimen, compartió celda con ‘Niño Guerrero’ en la cárcel de Tocorón. Dada su peligrosidad, este criminal ha sido trasladado al penal de Challapalca. Fue detenido el 24 de enero de 2023, en San Martín de Porres. Tenía una red de prostitución en Lima Norte. ‘Maldito Cris’, por su parte, asesinó a un policía y un sereno en Lima y fue abatido el viernes 16 de junio de 2023 en San Martín de Porres. Resultó ser uno de los ‘gerentes’ de esa banda en el Perú.

Desde la prisión de Tocorón, el Tren de Aragua controla todas sus actividades en Latinoamérica. El portal RunrunEs grafica esto publicando un extracto del libro de la periodista Ronna Rísquez, llamado El Tren de Aragua. La megabanda que revolucionó el crimen organizado en América Latina. Ahí se detalla cómo los cabecillas le ofrecen trabajo a un reo que, tras 15 años encerrado, está por salir en libertad. “—¿A dónde quieres ir: Colombia, Chile, Perú, Ecuador…? Donde tú prefieras —le dijeron los principales del Tren de Aragua, con la naturalidad de un empresario cuando contrata a sus empleados. Le explicaron que tenían ‘plazas’, como llaman los territorios donde controlan el microtráfico de drogas, las extorsiones y la prostitución en esos países, y le ofrecieron trabajar como parte de la organización en una de esas plazas”.

Así es esta transnacional del crimen, que hace temblar los cimientos de seis estados y que se ha convertido en la pesadilla de las policías de todos los países.

Penal de Tocorón es controlado por el Tren de Aragua. Tiene piscina, un coliseo para peleas de gallos, restaurantes, un campo de béisbol, bodegas, gimnasio, canchas de fulbito y de baloncesto, tiendas de ropa, un zoológico y hasta un cajero.
Penal de Tocorón es controlado por el Tren de Aragua. Tiene piscina, un coliseo para peleas de gallos, restaurantes, un campo de béisbol, bodegas, gimnasio, canchas de fulbito y de baloncesto, tiendas de ropa, un zoológico y hasta un cajero.

EL MAQUINISTA EN EL PERÚ

En Perú, una de las primeras veces en las que se mencionó a la temida banda venezolana el Tren de Aragua fue el viernes 3 de agosto de 2018. Aquel día, cinco sujetos de dicha nacionalidad —armados con dos revólveres, una pistola y una granada de guerra tipo piña— fueron detenidos por agentes de la Dirección de Investigación Criminal de la PNP (Dirincri), sin realizar un solo disparo, en el centro comercial Plaza Norte de Independencia, antes de que asaltaran un banco. Entre los capturados se encontraba el peligroso hampón Edison Agustín Barrera, alias ‘Catire’, quien en ese momento tenía 22 años

‘Catire’ admitió haber cometido, al menos, seis crímenes por encargo en su país, afirmó el entonces jefe de la Dirincri, general Juan Carlos Sotil. También fue señalado por la Policía como el cabecilla de Los Malditos del Tren de Aragua, como se hacían llamar en Lima. Durante las indagaciones, se revelaron los macabros métodos que empleaba esta organización criminal para acabar con sus enemigos y con sus ocasionales víctimas. En sus redes sociales ‘oficiales’, estos delincuentes publicaban videos en los que se les veía degollando personas o descargando balas sobre los cuerpos de estas. Del mismo modo, mostraban su arsenal —fusiles y pistolas— como una manera de intimidar a sus rivales.

‘CATIRE’. Edison Agustín Barrera fue detenido en 2018, cuando pretendía asaltar un banco del centro comercial Plaza Norte, junto con otros cuatro venezolanos.
‘CATIRE’. Edison Agustín Barrera fue detenido en 2018, cuando pretendía asaltar un banco del centro comercial Plaza Norte, junto con otros cuatro venezolanos.

Han pasado cerca de cinco años y esta banda ha extendido sus tentáculos, tiene presencia en al menos seis países de la región —Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Chile y Bolivia— y es una de las grandes responsables del clima de inseguridad que se vive en nuestro país. Por eso es necesario conocer su origen, su manera de actuar, los ilícitos negocios en los que ha incursionado, entre otros. Para esta crónica, Perú21 ha recurrido a diversas fuentes, como documentos oficiales de la PNP, declaraciones dadas por especialistas en diversos foros, conversaciones con periodistas que cubren información policial y webs especializadas que vienen tratando el tema desde hace mucho tiempo. Conocerlos es clave en estos complicados momentos.


El picadillo, la segunda fase del temido Tren de Aragua

El 8 de setiembre de 2019, un doble crimen, ocurrido en el hotel Señor de Sipán de San Martín de Porres, estremece al país. El peruano Jafet Caleb Torrico Jara, de 24 años, quien vivía en Comas, y el venezolano Rubén Matamoros Delgado, de 22 años, fueron asesinados en una habitación de dicho establecimiento. Un día después, sus cuerpos fueron encontrados descuartizados, dentro de bolsas de rafia negra, en el paradero de Fiori y en Acho.

“¿Por qué es importante esto? Porque hay un antes y un después de este hecho. Se coordina con las autoridades venezolanas, con las buenas autoridades venezolanas, y nos dicen que ya llegó el ‘picadillo’ al Perú, que es la segunda fase de violencia de estas organizaciones criminales”, indicó el jefe de la Dirección Nacional de Investigación Criminal, general PNP Óscar Arriola. Señaló que sus colegas les dijeron: “Prepárense y ajusten los cinturones, porque lo que se viene es el asesinato frío de policías y de cualquier persona adversa a la organización, cualquiera que se anteponga”.

Arriola afirmó que, a partir de ese momento, esta banda salió a la luz como el Tren de Aragua. “Seguido a esto, hay sendos actos de sicariato con 32 a 34 impactos de bala, todos filmados para pasarlos por las redes y empezar a diseminar su objetivo, su impregnación psicológica, para causar terror, miedo, pánico. En Venezuela, los buenos venezolanos los catalogan a ellos como terroristas. En Chile, se toma la decisión de expulsar a gran cantidad de venezolanos tras el asesinato de tres carabineros. Allí dijeron: ‘Esta es la otra fase. Ya pasamos al picadillo’. Acá ponemos mano dura”, refirió el general.

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