El fenómeno Bukele que proponen replicar en el Perú

Nayib Bukele se ha convertido en el presidente con mayor aprobación en el mundo. Según una encuesta publicada en marzo, su aprobación supera el 90% entre los salvadoreños, quienes hasta hace un par de años vivían bajo la permanente extorsión de las maras. El programa que aplicó Bukele para combatirlas se denomina Plan de control territorial, que contempla una estrategia de captura de pandilleros y fortalecimiento de las fuerzas del orden.

En marzo de 2022, el presidente pidió a la Asamblea Legislativa que le permita decretar un Estado de excepción. Desde entonces, Bukele ha solicitado 16 veces al legislativo la renovación de esta extraordinaria medida que ha sido cuestionada por diversas organizaciones de derechos humanos.

EL SÍMBOLO

La infraestructura convertida en un monumento a la lucha contra las pandillas es el Centro de Confinamiento del Terrorismo. Esta cárcel, la más grande de América según Bukele, tiene la capacidad para albergar a 40 mil reos. Esta gigantesca prisión se encuentra a 74 kilómetros de la capital y, según informó la BBC, tiene 23 hectáreas edificadas.

Lo sorprendente es que la construcción de este coloso tardó menos de un año (7 meses). Pero esta no ha estado exenta de cuestionamientos ante las presuntas violaciones de derechos humanos. “La construcción de la nueva cárcel es una clara señal de que las autoridades de El Salvador planean seguir aplicando una política de seguridad pública de encarcelamiento masivo”, aseguró Amnistía Internacional.

A pesar de las denuncias de violación de DD.HH, la popularidad del mandatario no se ha visto afectada. Esto se debe a que El Salvador era considerado como uno de los países más violentos de América. En 2015 se registró 105 homicidios por 100 mil personas; en 2022, 7.8 por cada 100 mil habitantes. Incluso, en mayo pasado, el mandatario salvadoreño se vanagloriaba de que su país llevaba 365 días sin homicidios.

CAMINO AL TOTALITARISMO

El joven mandatario también se caracteriza por aplicar medidas autoritarias y antiinstitucionales. En febrero de 2020 irrumpió en el Palacio Legislativo junto a militares armados para amedrentar a los asambleístas y lograr que aprueben un préstamo de US$ 109 millones. Además, en 2021 Nuevas Ideas, partido oficialista, obtuvo mayoría calificada en la Asamblea al lograr 56 de los 84 escaños. La nueva mayoría destituyó a la Fiscal de la Nación y a cinco jueces de la Sala Constitucional de la Corte Suprema. Luego, esa Sala Constitucional le allanó el camino a Bukele para postular a una inconstitucional reelección presidencial.

¿ES REPLICABLE?

Ante el incremento de la inseguridad y homicidios en el Perú, se escucha a quienes claman un “Bukele peruano”. Inlcuso, el presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo, aseguró que El Salvador es un ejemplo de países que están teniendo éxito en la lucha contra la delincuencia. “¿Por qué no podemos tomar algo de sus experiencias para ver cómo las adaptamos a la experiencia peruana?”, cuestionó. Sin embargo, luego reculó y aseguró “nunca” haber pedido aplicar el plan Bukele al Perú.

El mandatario salvadoreño se enteró de que en nuestro país se propuso seguir su ejemplo y no dudó en utilizar su cuenta de Twitter para preguntar al ciberespacio si en nuestro país debe aplicarse su plan. “¿”Plan Bukele” en Perú?”, twiteó el viernes en la noche. Su pregunta obtuvo una votación de más de 60 mil usuarios y la respuesta “sí” obtuvo el 94%.

El exministro del Interior Wilfredo Pedraza aseguró que seguir el ejemplo de Bukele “significaría renunciar a la democracia y a un estado de derecho”. En ese sentido, enfatizó que el mandatario salvadoreño ha tomado el control del Poder Judicial y del Ministerio Público, con un programa que “supone una reforma procesal, reduciendo al mínimo derechos imprescindibles, que hoy son universales, y eso resulta contraproducente con el nuestro modelo”. Además, indicó que Bukele “no ha inventado nada nuevo” y señaló que en Perú, Argentina y Chile, durante la década de 1990, se aplicaron medidas similares, pero que, “pasados los periodos, fueron anulados, juzgados nuevamente y que no tienen ninguna duración por lo estrepitosos que son”.

Pedraza señaló que en nuestro actual ordenamiento jurídico ya existen normas que permiten luchar contra la delincuencia. “Lo que faltase en el Perú sería ahondar mecanismos que ya se han hecho, pero que por falta de decisión política o de recursos no se continúa”, señaló.

Por su parte, el exministro del Interior Fernando Rospigliosi aseguró que “sí es factible replicar la política de seguridad que ha implementado Bukele”. Ante ello, señaló que para combatir la delincuencia se deben de tomar medidas “radicales”.

“Es imposible resolver alguno de los problemas que tenemos en el marco actual con un Congreso dominado por una mayoría de delincuentes, o un sistema judicial que es un fracaso que libera a los delincuentes, o que demora años en llevar adelante un proceso judicial”, indicó.

Marisol Pérez Tello, exministra de Justicia de nuestro país, aseguró a Perú21 que Bukele ha cesado a los jueces que garantizaban la defensa de la ley. “Como todo proceso de tránsito de un autoritarismo a una dictadura tienes que controlar los órganos de vigilancia”.

La abogada enfatizó en que el modelo salvadoreño no se puede aplicar en el Perú, dado que “es un enfoque represivo”. No obstante, enfatizó que nuestro país ya cuenta con los mecanismos necesarios para luchar contra la inseguridad de forma democrática y respetando el debido proceso. “Los órganos que tendrían que resolver los problemas ya existen en el Perú. Uno es la Comisión Nacional de Seguridad Ciudadana. En ese sentido, cuestionó a las autoridades que proponen que Perú adopte las medidas salvadoreñas. “No están poniendo la foto en el lugar correcto, lo que están queriendo es calmar a la calle con mentiras, y exponiéndolos a arbitrariedad”, enfatizó.

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