Personal médico del hospital Carlos III de Madrid en el cuarto de Teresa Romero. (Reuters)
Personal médico del hospital Carlos III de Madrid en el cuarto de Teresa Romero. (Reuters)

Redacción PERÚ21

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La sanitaria española que lucha por su vida en el de Madrid, tras contagiarse de al cuidar a un religioso repatriado de , presenta una mejoría dentro de la gravedad de su estado.

María Teresa Mesa, una portavoz de la familia de , informó que ella ya toma líquidos, se levanta de la cama para sentarse en un sillón y habló por teléfono con su esposo, Javier Limón, quien se está internado en el mismo nosocomio bajo observación hasta saber si contrajo el virus.

La propia Teresa pidió hablar con su marido, quien le preguntó si volvería a tratar a un enfermo de ébola, a lo que ella respondió: "Claro, y ahora además tengo los antivirus. No pasa nada".

En la conversación telefónica, Romero preguntó por el perro de ambos, , pero Limón no le dijo que fue sacrificado la semana pasada por orden de las autoridades y en contra de su deseo.

El caso del can acaparó los titulares de la prensa española e internacional por la campaña de los defensores de los animales para intentar evitar que lo mataran.

"Hay optimismo de que pueda superar la enfermedad", manifestó la portavoz de la familia a las puertas del hospital en el que la auxiliar de enfermería ingresó el 6 de octubre. Los médicos "tienen esperanza", dijo.

El comité especial para la gestión del virus creado por el gobierno de Mariano Rajoy señaló hoy que "se mantiene estable, dentro de su estado clínico grave".

Los médicos anunciaron el martes una "leve mejoría clínica", justo el día en el que pasaba la barrera de los 15 días –la paciente comenzó a tener fiebre el 29 de septiembre–, un punto temporal que da esperanza al equipo médico.

Pero en España surgió cierta preocupación al conocerse la petición de Estados Unidos de utilizar bases en Andalucía, en el sur del país, para las escalas de aviones militares en misiones en África.