Las autoridades sanitarias de Dinamarca reforzaron las normas que regulan la donación de esperma. La medida se dio a conocer después de que un donante transmitió una enfermedad genética a al menos cinco de los 43 bebés que engendró en 10 países.
La enfermedad detectada fue la neurofibromatosis, también conocida como el mal de Recklinghausen, que puede causar ceguera y epilepsia.
Asimismo, se registraron fuertes críticas hacia la clínica implicada en el caso por no haber detectado la enfermedad y por no detener rápidamente el uso del esperma infectado.
Ahora, bajo las nuevas normas implementadas en dicho país, ningún donante podrá exceder las 12 inseminaciones, y cualquier sospecha de enfermedad hará que el donante no sea elegible.
Las políticas flexibles de donación de esperma hicieron de Dinamarca un destino principal para cuestiones de fertilización.