Amnistía Internacional y Unión Europea se pronuncian contra la pena de muerte (Código Nuevo)
Amnistía Internacional y Unión Europea se pronuncian contra la pena de muerte (Código Nuevo)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Hoy, Amnistía Internacional nos recuerda que se celebra el Día Mundial contra la Pena de Muerte. Este día es importante para nosotros porque conforme pasen los días y empiece la campaña electoral, diversos candidatos aparecerán ofreciendo ejecuciones como una solución a los problemas criminales del Perú.

Esto es algo que no solo se repite cada cierto tiempo sino que también pasa en muchos otros países donde, por ejemplo, se ha incrementado la aplicación de la pena capital para delitos relacionados al tráfico de drogas.

¿SIRVE?La Unión Europea (UE) y el Consejo de Europa han puesto en manifiesta una firme oposición a la pena capital. Esto dijeron la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland, en una declaración conjunta:

"La pena de muerte es inhumana y degradante, no tiene ningún efecto disuasorio importante demostrado y hace que los errores judiciales sean irreversibles y letales. Con la abolición de la pena de muerte, de hecho o de derecho, en casi dos tercios de los países del mundo, existe ahora una clara tendencia mundial hacia la desaparición de la pena capital".

En los estados miembros de la Unión Europea no se ha llevado a cabo ninguna ejecución desde hace 18 años. Sin embargo, países como Bielorrusia (de donde proviene la actual Nobel de Literatura) aún mantiene la pena de muerte y se rehúsa a cambiarlo.

Por su parte, Chiara Sangiorgio, experta de Amnistía Internacional también declaró en contra de la pena de muerte:

"Resulta descorazonador que tantos países sigan aferrándose a la falsa idea de que matando a personas conseguirán de algún modo terminar con la adicción o reducir la delincuencia. La pena de muerte no sirve para hacer frente a la criminalidad".

AUMENTO DE EJECUCIONESEl Consejo de Europa y la UE también expresaron su preocupación por el aumento del número de ejecuciones por delitos de drogas en el último año en los Estados que castigan esta violación de la ley con pena capital. A ambas organizaciones les alarma, en especial, la ejecución de menores.

"Esta situación nos afecta aún más por el hecho de que varios ciudadanos europeos han sido ejecutados en 2015 y otros siguen en el corredor de la muerte por delitos relacionados con las drogas", lamentaron Mogherini y Jagland.

Al respecto esto reporta :

"(…) muchos estados justifican el uso de la pena de muerte como una forma de hacerle frente al narcotráfico, (…) [están haciendo] caso omiso de las pruebas que demuestran que, para poner fin a las muertes relacionadas con las drogas y evitar la transmisión de enfermedades infecciosas, la respuesta que ha resultado efectiva ha sido la basada en los derechos humanos y la salud pública, incluidos la prevención del consumo de sustancias y el acceso a tratamiento".

Esto ocurre, por ejemplo, en Indonesia. Joko Widodo, presidente de dicho país, se comprometió a aplicar la pena capital para combatir una "emergencia nacional en materia de drogas". En lo que va del 2015, 14 personas han sido ejecutadas.

Chiara Sangiorgio precisa:

"El uso de la pena de muerte para los delitos de drogas no es ni mucho menos el único motivo de preocupación. Shahrul Izani Suparman, por ejemplo, tenía sólo 19 años cuando fue hallado en posesión de más de 200 gr de cannabis, por lo que automáticamente se le consideró culpable de tráfico de drogas y más tarde fue condenado a una pena preceptiva de muerte en Malasia"

DATOS

  • En 2014 y 2015, Amnistía Internacional registró ejecuciones o condenas a muerte por delitos de drogas en Arabia Saudí, China, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Kuwait, Malasia, Singapur, Sri Lanka, Tailandia y Vietnam.
  • En el Perú la pena de muerte es inaplicable porque el Estado ratificó en julio de 1978 la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Por lo tanto, proponerla como una solución es desconocer nuestras leyes.