Londres. [EFE / AFP]. Londres amaneció con un fuerte resguardo policial y con calles vacías tras la orden del primer ministro británico, Boris Johnson, de confinamiento obligatorio durante al menos tres semanas por el brote del

Lo más importante que debemos hacer es detener la propagación de la enfermedad”, afirmó Johnson en un inusual mensaje televisivo grabado. “Por eso la gente sólo estará autorizada a salir de casa para unos propósitos muy limitados”, agregó.

Estos incluyen hacer la compra “con tan poca frecuencia como sea posible”, un tipo de ejercicio diario como andar o correr (solo o con personas del mismo hogar), cualquier necesidad médica e ir al trabajo “pero solo cuando sea absolutamente necesario y no se pueda hacer desde casa”.

El Ejecutivo británico se había limitado hasta ahora a recomendar a los ciudadanos que mantuvieran el “distanciamiento social” y había decretado el cierre de pubs, restaurantes y otros locales de ocio.

Ahora, en cambio, todos los comercios que no vendan productos esenciales, como tiendas de ropa y electrónica, así como espacios religiosos, deberán mantener sus puertas cerradas.

(Foto: AFP)
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Se suspenden asimismo todos los eventos sociales y ceremonias, incluidos bodas y bautizos, a excepción de los funerales.

Los parques van a continuar abiertos para permitir el ejercicio al aire libre, si bien las fuerzas de seguridad dispersarán cualquier reunión de más de dos personas que no vivan en el mismo domicilio.

El endurecimiento de las medidas en el Reino Unido se ha llevado a cabo después de que este lunes se detectaran 967 nuevos casos de COVID-19 en el país y los muertos se elevaran a 335, 54 más que el domingo.

Recordemos que a última hora del domingo, el ejecutivo de Boris Johnson ya había llamado a los británicos a no viajar a “residencias secundarias, campings, parques de caravanas” para confinarse o para pasar las vacaciones.