La familia Cebrián Gervas de Valladolid no pasa su mejor momento tras ser aislados obligatoriamente tras dar positivo por el , pandemia que deja en más de 10.000 muertos.

Papá, mamá y 11 hijos, de entre 14 años y 18 meses, cuentan al medio español “Diario de Castilla y León” que tratan de tomar con calma la enfermedad a pesar de las noticias que llegan de afuera.

La madre de la familia fue la primera en sentir los síntomas del coronavirus. Irene cuenta que todo empezó el sábado 14 de marzo, justo cuando el gobierno español declaró el estado de Alarma.

Empecé con conjuntivitis, como que me dolían lo ojos”, dijo al medio español a través de un enlace telefónico desde su vivienda en la zona de Huerta del Rey.

Tras comunicarle sus dolores a su esposo y su hermana, ambos la convencieron de solicitar una prueba en el centro de salud. “En 4 horas supimos que había dado positivo”, declara con firmeza.

Cuando me dijeron que me tenía que aislar en un cuarto con baño me entró la risa, el virus ya flotaba por la casa. De hecho, mi marido ya empezaba a encontrarse mal, es una situación muy especial”, agrega Irene.

No obstante, el padre de la familia también viene evidenciando síntomas de la enfermedad. “Le ha costado más respirar, a mí me dan apagones, tienes que dosificarte muchísimo porque te ralentizas”.

Irene, en medio de la enfermedad, sostiene que esta se parece “a las típicas gripes antiguas”.

¿Los niños?

La madre de esta numerosa familia ha manifestado que los niños han presentado síntomas más leves. Entre los malestares se ha resaltado los vómitos y diarrea.

Tengo lejía en los baños porque la carga viral es muy alta”, insiste. Incluso, a dos de los más pequeños les dio más fuerte, pero en unas 48 horas se recuperaron. “Eso te alivia mucho”, agrega Irene.

Luego de haber pasado 15 días desde que la enfermedad se instaló en su vivienda, Irene todavía dice que siguen con secuelas. El virus es "mañoso, te permite estar normal al día siguiente de enfermar, y sin embargo va haciendo su trabajo y al final te deja sin fuerzas”.

Irene, enfermera de la empresa Renault, cuenta que su familia la viene apoyando. “Nos está ayudando todo el mundo muchísimo, tengo una hermana que todas las mañanas a las 9 de la mañana les pone a hacer deberes durante dos o tres horas por Facetime”.

Además, cuenta que su madre la ayuda algunos días con la comida y un hermano se la lleva hasta casa. “Viene con guantes y mascarilla y nos la deja en el suelo del garaje”.

Aparte de la ayuda que ha recibido de su familia, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, les dedicó una publicación en Twitter donde les consultaba si necesitaban algo.

La religión

Irene relata que aparte del apoyo de su familia y de las autoridades ha puesto especial énfasis en la fe a Dios. “Es lo que mejor nos funciona”.

Lo seguimos en la televisión a través de Apple TV y te puedo prometer que eso te ayuda muchísimo”, agrega Irene, que junto a su familia escuchan la misa todos los días a las 8:30 de la mañana y por la tarde reza el rosario en medio del alboroto de los pequeños.

Lo que ha conseguido el coronavirus es que se ordene todo. Las familias estamos normalmente un poco rotas; vamos corriendo a todas partes, del trabajo al cole, del cole a casa. No tenemos tiempo para nada. Esto nos está sirviendo para escuchar más a nuestros hijos y a parar un poco”, finaliza Irene.