Cumpliría un máximo de 50 años tras las rejas. (AP)
Cumpliría un máximo de 50 años tras las rejas. (AP)

Redacción PERÚ21

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Un tribunal guatemalteco condenó ayer a un exsoldado de las fuerzas especiales a 6,060 años de prisión, por participar en una masacre de 1982 en la que 201 personas perdieron la vida.

Pedro Pimentel, de 55 años, fue deportado el año pasado desde Los Angeles (Estados Unidos) a Guatemala para enfrentar cargos de asesinato y crímenes contra la humanidad.

Es el quinto soldado en ser sentenciado en la nación centroamericana por su papel en ocurrida durante la guerra civil en el país.

La extensión de la sentencia es en gran medida simbólica porque las leyes de Guatemala solo permiten que los reclusos puedan cumplir un máximo de 50 años tras las rejas.

Un exsoldado que participó en la masacre declaró que Pimentel formó parte un grupo de unos 20 efectivos que ingresó a la aldea en diciembre de 1982 en busca de armas desaparecidas.

Los soldados procedieron a vendar, estrangular y matar con golpes de martillo a aldeanos y un bebé recién nacido antes de tirarlos a un pozo de unos 15 metros de profundidad.

Pimentel, un exmiembro de la unidad de elite conocida como , recibió 30 años de prisión por cada víctima que murió en la masacre y 30 años por crímenes contra la humanidad.