Se cumplen tres años de Lava Jato, la investigación de los desvíos en la petrolera brasileña Petrobras, el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil. Si bien las investigaciones se remontan a julio de 2013, es en marzo de 2014 que estalla el caso tras la detención de una veintena de personas en Curitiba (Paraná), donde la Policía descubrió una red de lavado de dinero.
Petrobras licitaba sus obras a grandes empresas de ingeniería y construcción.
Para favorecer la contratación de ciertas compañías, se daban sobornos que rondaban el 3% del presupuesto, los que se repartían entre políticos y empresarios. El dinero era reintroducido al sistema a través de negocios de hoteles, lavanderías, etc. para ser blanqueado. Una de esas constructoras involucradas fue Odebrecht, que exportó ese esquema a otros países de América Latina.
Al respecto, los fiscales responsables de la investigación presentaron ayer un balance y, al mismo tiempo, alertaron sobre las iniciativas de algunos políticos y organismos para frenar el proceso.
"Tenemos a buena parte del Legislativo y del Ejecutivo contra la investigación. Hay organismos que intentan impedirla. Hay intentos para derrumbar la investigación y la población tiene que estar atenta a eso", alertó el fiscal Carlos Fernando dos Santos Lima.
De acuerdo con los datos divulgados por la Fiscalía brasileña, en tres años y 38 fases, Lava Jato ha conseguido 130 condenas contra 89 personas, contabilizando un total de 1,362 años, 5 meses y 21 días de pena.