El proyecto del gobierno de Evo Morales para dotar de más autonomía a cinco regiones de Bolivia sufrió una contundente derrota, ya que el No se impuso por amplia mayoría en los resultados de los referendos.
Por ello, la oposición a Morales interpretó como un revés en el apoyo de la población al actual mandatario. El ex presidente del país Jorge Quiroga sostuvo que los resultados son un "sonoro sopapo electoral a la angurria prorroguista del gobierno".
A su juicio, los sindicatos aliados a Evo Morales plantearon la reforma constitucional para permitir una nueva postulación del gobernante.
Por su parte, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, defendió que "la población prefiere, reivindica y se inclina por la presencia de un gobierno y de un Estado fuerte y centralizado". Y acusó a sectores de la derecha de buscar apropiarse de los contundentes resultados de los referendos.