Algunas calles de la zona permanecían cerradas por la policía a primera hora de la mañana del jueves, hora local (GMT +8). (Foto: EFE)
Algunas calles de la zona permanecían cerradas por la policía a primera hora de la mañana del jueves, hora local (GMT +8). (Foto: EFE)

Redacción PERÚ21

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Hong Kong. Los edificios de la sede del Gobierno de permanecerán cerrados este jueves y viernes "por motivos de seguridad", después de que el miércoles la policía dispersara las masivas manifestaciones contra una polémica propuesta de ley de extradición en esa zona.

"Por motivos de seguridad, las oficinas del Gobierno central permanecerán cerradas de manera temporal hoy y mañana (13 y 14 de junio)", manifestó hoy el Gobierno hongkonés en su página web.

"El personal que trabaje en las oficinas del Gobierno central no ha de acudir al trabajo y deberá trabajar de acuerdo a los planes de contingencia de sus respectivos departamentos. Todas las visitas a las oficinas del Gobierno central serán pospuestas o canceladas", agregó el texto.

Además, la radio-televisión hongkonesa RTHK informó hoy de que los trenes de las tres líneas que tienen parada en Admiralty, la estación de metro más cercana a la sede gubernamental, no se detendrán en la citada estación, a instancias de la policía local, desplegada en la zona, epicentro de las manifestaciones de ayer.

Algunas calles de la zona permanecían cerradas por la policía a primera hora de la mañana del jueves, hora local (GMT +8), según la fuente.

Sin embargo, RTHK indicó de que "los diputados han empezado a llegar al Consejo Legislativo", donde ayer estaba prevista la segunda lectura de la propuesta de ley y cuya sesión se tuvo que cancelar por las manifestaciones que rodearon el edificio.

Por el momento, no ha trascendido información sobre si hoy se continuará tramitando la propuesta, mientras que la líder opositora Claudia Mo ha pedido que se detenga todo debate que tenga que ver con "la ley diabólica".

RTHK también indicó que el centro comercial Pacific Place no abriría sus puertas durante el jueves ante el temor de nuevas manifestaciones de oposición a una propuesta de ley de extradición que podría permitir a Pekín acceder a "fugitivos" en la excolonia británica, lo que ha hecho saltar las alarmas en un amplio espectro de la sociedad hongkonesa.

En la madrugada del jueves, la policía se encargó de retirar las barricadas montadas por los manifestantes en las calles y que impedían circular a los vehículos.

La policía recurrió al uso del gas pimienta y de pelotas de goma el miércoles para dispersar las manifestaciones, que dejaron 72 heridos hospitalizados (dos de ellos, graves; 41 ya dados de alta), según fuentes de los servicios médicos de la ciudad citados por la prensa local.

Efe pudo comprobar cómo se trasladaban heridos en volandas en el metro de la ciudad.

Según la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, los manifestantes habrían atacado a la policía "provocando incendios, usando barras metálicas afiladas y lanzando ladrillos".

En una entrevista publicada de la que se hizo eco la prensa local a última hora del miércoles, Lam tachó las manifestaciones de "revuelta organizada".

"Claramente, ya no se trata de una reunión pacífica, sino de una instigación descarada a la revuelta. No se trata de un acto de amor a ", dijo durante la entrevista con la cadena TVB, en la que Lam llegó al llanto por la situación.

A este respecto, el diputado del Partido Demócrata James To-Kun la acusó de verter "lágrimas de cocodrilo", ya que consideró que Lam está ignorando a la ciudadanía, y puso como ejemplo la masiva manifestación del pasado domingo, a la que acudieron más de un millón de personas, según los organizadores (240.000, según la policía).

Por su parte, varias organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos urgieron a que la policía dejara de hacer un uso excesivo de la fuerza para disolver las protestas.

Fuente: EFE

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