/getHTML/media/1234452
Junta de Fiscales Supremo se pronuncia contra ley PL del Congreso
/getHTML/media/1234409
Lucio Castro: "Si no aumentan el presupuesto para Educación pediremos la renuncia del Ministro"
/getHTML/media/1234351
Top 5 restaurantes favoritos de Laura Graner en el Jirón Domeyer en Ciudad de Cuentos
/getHTML/media/1234411
¿Qué esta pasando con el fundador de Telegram, Pavel Durov?
/getHTML/media/1234257
Jorge Zapata de Capeco sobre creación del Ministerio de Infraestructura: "El Gobierno da palazos de ciego"
/getHTML/media/1234214
Alfredo Thorne sobre Petroperú: "Tienen que concesionar lo que le queda"
/getHTML/media/1234250
Nancy Arellano sobre Venezuela: "10 millones de venezolanos migrarían si Maduro continúa"
/getHTML/media/1234107
Abogado de agente 'culebra': "A mi cliente lo tienen trabajando en una comisaría"
/getHTML/media/1234108
Luis Villasana sobre Venezuela: "La presión internacional hará salir a Nicolás Maduro"
/getHTML/media/1234101
¿Quién tiene más poder en el país el Congreso o Dina Boluarte?
/getHTML/media/1233971
Peruanos pagaremos 120 soles mil soles por la defensa legal del ministro del Interior Juan José Santiváñez
/getHTML/media/1234112
El Banco de Crédito abrió su convocatoria al programa Becas BCP
/getHTML/media/1233958
Carlos Basombrío: "Dina Boluarte tiene un ministro a su medida"
/getHTML/media/1233955
Catalina Niño de Grupo OMG: ¿Cómo es el consumidor peruano?
/getHTML/media/1233583
¿Cuál es el superhéroe favorito de los peruanos? en Ciudadanos y Consumidores
/getHTML/media/1233584
Premios SUMMUM: Patricia Rojas revela nueva categoría
/getHTML/media/1233332
Futuro de Nicanor Boluarte en suspenso
PUBLICIDAD

”¡No salgan!”, el mensaje de alarma en la ciudad china del gigante comercial Alibaba [FOTOS]

Varias son las medidas que han tomado importantes compañías con la finalidad de evitar la propagación del coronavirus entre sus empleados y clientes

Imagen
Los ciudadanos solo pueden salir cada dos días para conseguir sus alimentos.(AFP).
Imagen
Un hombre se encuentra en el frontis de Hema, el supermarket de Alibaba en Hangzhou. (AFP).
Imagen
Las familias deben salir cada dos días para conseguir alimentos. En las calles solo escuchan altavoces que les piden volver a casa. (AFP)
Imagen
Personal de seguridad chequea la temperatura de compradores en Alibaba. (AFP).
Imagen
La epidemia del nuevo coronavirus ya se cobró 490 vidas en China y contagió a más de 24.000 personas. (AFP).
Imagen
Las orillas del lago del Oeste, una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, estaban desiertas. (AFP).
Imagen
Los guardias también piden que la gente se meta a sus casas y, a los que están en bus, les pide no seguir por la carretera. (AFP).
Imagen
Una mujer con su mascarilla pasa en bicicleta por la sede de Alibaba en Hangzhou. (AFP).
Imagen
Fuera de los centros comerciales de Hangzhou se mide la temperatura corporal de los visitantes. (AFP)
Imagen
Solo una motocicleta se ve en una calle vacía de Hangzhou, al sureste de Shangái. (AFP).
Fecha Actualización
En las calles desiertas de Hangzhou, la ciudad oriental china donde opera el gigante del comercio electrónico Alibaba, un altavoz transmite instrucciones: “¡Por favor no salgan, no salgan, no salgan!”
Hangzhou, situada a una hora de Shangái en tren de alta velocidad, es conocida por ser el lugar donde el magnate de la tecnología Jack Ma fundó en un apartamento, hace dos décadas, su negocio de venta en línea.
Pero, como en muchas regiones de China que luchan para frenar la epidemia del nuevo coronavirus, vallas verdes y señales de “no pasar” bloquean las calles cerca de las oficinas centrales de una de las compañías con mayor capitalización mundial.
La sede de Alibaba se encuentra en uno de los tres distritos de Hangzhou donde las autoridades ordenaron a sus tres millones de habitantes confinarse en casa y solo autorizaron a salir a una persona por familia cada dos días para ir a comprar.
La ciudad prolongó las vacaciones del Año Nuevo lunar para intentar evitar que la gente saliera a la calle. En el exterior de las instalaciones de Alibaba, se ha instalado un puesto para controlar la temperatura.
Nadie ha sido visto entrando o saliendo, y un guardia de seguridad dijo a la AFP que los complejos de la empresa en el país habían sido cerrados. Personal de seguridad cortaba varias carreteras en el distrito de Yuhang.
Los guardias decían: “Debido a las necesidades de prevención y control de la epidemia, la carretera está cerrada. Por favor, den media vuelta. ¡Gracias por su cooperación!”. En las calles de los alrededores, se oye por los altavoces que la gente evite las concentraciones.
“¡Por favor no salgan, no salgan, no salgan!”, dice la voz, mientras advierte que los habitantes tienen que usar mascarillas de protección, lavarse las manos regularmente e informar de las personas procedentes de Hubei.
Interrogado por la AFP sobre el cierre de las oficinas, Alibaba dijo que se estaba centrando en “conseguir resultados”.
La epidemia del nuevo coronavirus ya se cobró 490 vidas en China y contagió a más de 24.000 personas, la mayoría en la provincia de Hubei, donde unos 56 millones de habitantes viven confinados desde finales de enero.
Hangzhou, con una población de nueve millones de personas, registró 141 casos confirmados.
Conseguir comida
Las orillas del lago del Oeste, una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, estaban desiertas. En las fantasmagóricas calles, circulaban pocos taxis
En las zonas aisladas, los residentes salían con mascarillas para recuperar la comida que les traían los repartidores, ante la mirada atenta de voluntarios locales con brazaletes rojos.
Cajas de suministros se amontonaban en las aceras. Una vecina, con un delantal de plástico azul, mascarilla y gafas de esquiar, salió de su edificio para recoger sus mercancías.
Un hombre de 35 años que dice llamarse Chen explicó que ya había acumulado víveres antes de las fiestas de fin de año, y que ahora era como una lucha hacerse con comida. “Me tengo que levantar cada día a las seis de la mañana para conseguir productos, sino no consigo nada”, aseguró.
“La victoria no está lejos”
Dos mujeres sudafricanas contaron a la AFP que cuando salen de su edificio para ir a buscar comida, los guardias registran sus salidas. AFP vio sin embargo personas que salían de inmuebles sin tener que dar cuentas al personal de seguridad.
Los repartidores también circulaban fácilmente en las zonas aisladas para entregar pedidos. “No hay enfermos (en el complejo), solo es una medida de prevención”, dijo Wang Runyu, un vecino de 27 años.
Los altavoces seguían emitiendo mensajes. Esta vez pidiendo paciencia a la gente: “Sabemos que es duro quedarse dentro de casa. Por favor, aguanten unos días más (...) La victoria no está lejos”.