Una mujer fue declarada ayer culpable de homicidio en primer grado por asesinar a su hija recién nacida tras arrojarla en el jardín de un vecino en Colorado, Estados Unidos.
La mujer fue identificada como Camille Wasinger-Konrad, quien cometió el delito en enero de 2018 tras haber dado a luz en su habitación.
Tenía 23 años y no sabía que estaba embarazada. Según su testimonio ante la Policía, aquel día, desde temprano, sintió dolores estomacales “y la bebé simplemente salió”. Para “no tener problemas”, la mujer tomó una decisión indignante: “Solo me deshice de ella”.
La investigación policial detalló que la homicida cubrió la boca de la bebé con su mano para que nadie escuchara su llanto, salió de la casa y la botó su cuerpo al jardín.
“Sabía que la estaba condenando a muerte. La pequeña niña murió en el frío sin siquiera la dignidad de tener un nombre”, expresó el fiscal Christopher Gallo en la corte, según reportó la cadena KMGH.
La vecina de la casa contigua, Jeanette Barich, dijo que su perro encontró en el suelo el cuerpo de la bebé, que aún tenía cordón umbilical, pero ya estaba sin vida.
La policía de Highland Ranch llegó a la casa de la mujer y halló en la basura una cortina de baño ensangrentada. Seguidamente, interrogaron a los vecinos.
La dueña de la casa manifestó que la criminal llegó a vivir a su casa hace cuatro meses y que no sabía que estaba embarazada. Agregó que había limpiado una gran cantidad de sangre en la bañera.
Camille Wasinger-Konrad podría ser condenada a cadena perpetua sin posibilidad de pedir libertad provisional. El juez anunciará su sentencia en noviembre.