Una niña de 4 años llegó junto a su madre al hospital Alexander Fleming, en Mendoza, Argentina, por un cuadro febril, pero los pediatras terminaron descubriendo que había sido violada.
Al realizar los estudios de rutina, los especialistas del laboratorio detectaron la presencia de espermatozoides en sus muestras de orina, hecho que confirmaba un abuso sexual.
Ante tal descubrimiento, la pediatra que la atendió denunció el caso y el fiscal que interviene pidió la detención de un familiar cercano, principal sospechoso del repudiable acto.
La madre, de 27 años, reveló que su hija no se sentía bien y tenía fiebre. Debido al descubrimiento, la menor fue internada en el hospital, para luego dar aviso a las autoridades y la fiscalía.
El fiscal Gustavo Del Giusti pidió la detención de un hombre mayor de edad, que pertenecería al entorno íntimo de la niña, y cuya identidad se mantuvo en reserva, según informa el Diario Los Andes.