Redacción PERÚ21

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El 'Barrio Rojo', característicos por sus escaparates en donde las se exhiben al público, es una las atracciones turísticas más visitadas de , Holanda.

Sin embargo, este lugar se encuentra ahora en el centro de la polémica, luego que la primera alcaldesa de la ciudad prometiera acabar con el desorden y la inseguridad.

Femke Halsema contempla trasladar los famosos escaparates y burdeles a otros barrios, lejos del centro histórico, con el objetivo de frenar la criminalidad y la trata de personas, además de mejorar las condiciones de las prostitutas, según argumenta.

Ámsterdam busca trasladar su turístico 'Barrio Rojo' pese a rechazo de las trabajadoras sexuales

Pero las propuestas han disgustado a muchas trabajadoras sexuales, quienes consideran que estas no las benefician y rechazan el apelativo de vulnerables que se está intentando demostrar.

"Tengo algo que decir a todas las personas que nos llaman vulnerables, no nos conocen para nada. Eso nos demuestra a mí y a mis colegas que esta gente que habla así de nosotras, no nos conoce y nos encantaría hablar con esta gente para mostrarles que no somos vulnerables", refiere 'Felicia Anna', prostituta y presidenta del sindicato Red Light United.

Una propuesta para el 'Barrio Rojo' contempla cerrar las cortinas de las vitrinas para que las prostitutas ya no sean visibles desde la calle. Además, también se plantea desplazar algunos burdeles a otros barrios o trasladar todos los escaparates a otra zona.

Incluso existe una cuarta propuesta que consiste en aumentar las actuales 330 vitrinas para limitar la prostitución ilegal, y también abrir un 'hotel' dedicado a la prostitución.

"De los cuatro escenarios, para las trabajadoras sexuales, solo el número cuatro nos beneficia. Los primeros tres ni siquiera los apoyamos", agrega 'Felicia Anna'.

Estas propuestas han logrado todo tipo de reacciones. Muchos residentes están a favor de que cierren los escaparates o sean trasladados. En cambio, los profesionales del sector admiten que hay problemas pero estiman que un cierre o un traslado no es una solución.

"Ámsterdam es un lugar pequeño y últimamente ha estado muy lleno aquí en las calles, así que en cuanto a hacerlo más seguro y mejor, más controlado, algo tiene que cambiar", refiere Dave Kroeke, dueño de vitrinas.

Por el momento, se espera que el consejo municipal se reúna en septiembre antes de tomar una decisión sobre el futuro del famoso 'Barrio Rojo', que atrae a una gran cantidad de turista a la ciudad.

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